Somos una comunidad católica perteneciente a la comuna de Laja, un pequeño pueblo de la provincia del BioBio, Octava región. Nuestra denuncia tiene que ver con una serie de situaciones anómalas relacionadas con el mal trato que dispensa el párroco, en el ejercicio de su rol, a parte importante de la feligresía.
Queremos extender esta denuncia a los medios nacionales, puesto que en nuestro entorno más próximo no hemos sido atendidos adecuadamente. Hemos informado de esto al sacerdote en cuestión, al consejo parroquial y finalmente al obispo de la diócesis de Santa María de los Ángeles, Sr. Felipe Bacarreza. No obstante lo anterior, y a pesar de las numerosas pruebas y testimonios, nuestros interlocutores solo han exhibido una falta absoluta de empatía y sensibilidad con respecto a nuestras denuncias. Lo mismo ha ocurrido con los medios locales, que han preferido no informar.
Entre otras cosas denunciamos que el mencionado sacerdote ha otorgado malos tratos a niños en el marco de su preparación a los sacramentos, despertando en estos temor e inseguridad.
Pilar Ximena Rosales Mora, madre de una niña que se preparó en la parroquia para la primera comunión, relata lo que su hija experimentó ante la excesiva severidad del sacerdote: “(…)Fue tanto el temor que provocó en mi hija, que ella no fue capaz de avisar que quería ir al baño, hasta que no pudo aguantar más y se orinó en su puesto. Con sus ojos y los míos llenos de lágrimas la saqué de la Capilla para consolarla, cambiarle su ropita y convencerla, con mi corazón apretado, que debía volver a la ceremonia, asegurándole que el Padre no la retaría por lo sucedido y prometiéndole que estaría en mis brazos hasta que llegara el momento de pasar adelante a recibir la Eucaristía(…)”, relata la madre en la página de Facebook de la parroquia.
(Ver testimonio completo: https://www.facebook.com/lavozdecristorey)
A la Sra. Rosa Cuevas también le correspondió sufrir la indignación del sacerdote Cerda en en la persona de su propia hija ( menor de edad de iniciales M.V.CH) cuando esta tenía 9 años. Esta niña durante un ensayo de preparación para la ceremonia de primera comunión fue tomada del brazo y zamarreada por el sacerdote quien además le dirigió comentarios y críticas sobre su vestimenta, en un clima de exposición y humillación.
Por otro lado denunciamos un trato poco amable con respecto al anciano Párroco “emérito” Félix Eicher B, quien producto de este ambiente parroquial hostil y cansado física y emocionalmente decide recluirse en un hogar de anciano, en la localidad de Pucón.
Debido a la entrega espiritual del Sacerdote Félix Eicher a tantas generaciones de Lajinos, la calle de la Parroquia lleva su nombre. Se trata de un hombre de profunda oración, se entregó por entero a los enfermos, a los más necesitados, y formó múltiples comunidades construyendo capillas en la ciudad y en el sector rural. También colaboró para la formación de instituciones diversas como el Hogar de Cristo, el Colegio Santa Cruz, la construcción de una casa de retiros llamada Betania, entre otros múltiples emprendimientos. Incluso, ya retirado por su ancianidad, siguió colaborando con la visita a enfermos, misas y confesiones.
Esta situación nos preocupa especialmente, puesto que el cariño por el Padre Félix, tiene un alcance que va más allá de los límites de la parroquia. Es un Sacerdote que ha entregado su vida entera al servicio de nuestra comuna, siendo homenajeado por la ciudad en varias oportunidades, llegando incluso a ser honrado como Patrimonio cultural viviente de la comuna de Laja el 27/05/2013.
http://munilaja.cl/w/en-el-dia-del-patrimonio-cultural-laja-rinde-homenaje-al-padre-felix-eicher/
Paradójica y lamentablemente el padre Félix es trasladado, justo un año después de su elección como patrimonio cultural viviente, de forma absolutamente silenciosa y sin siquiera la posibilidad de que su pueblo le despidiese como él se lo merecía. Esto generó la indignación de los Lajinos, juntándose alrededor 1000 firmas que dan fe de la inaceptable forma de hacer parroquia del sacerdote Cerda, esta situación la canalizamos en una reunión al Obispo Felipe Bacarrezza, pero todo fue estéril.
Incluso más grave que lo anterior fue que el Párroco Jorge Cerda y su equipo de confianza recurrieron a métodos fraudulentos para tratar de calmar a la ciudadanía. Específicamente el sacerdote, no exhibiendo el más mínimo escrúpulo, recurrió a la falsificación y suplantación de identidad, por medio de dos cartas falsas, supuestamente elaboradas por el padre Félix Eicher, en las que hacía una defensa de Jorge Cerda y se desestimaban las críticas y reparos con respecto a su gestión.
El sacerdote Jorge Cerda se ocupó de hacer llegar estas falsas cartas al obispo y por intermedió de él a todo el clero diocesano, y otra dirigida a un hermano de nuestra comunidad, el Sr. Edisson Jara Q, quien ha dado la cara y emplazado directamente al sacerdote Jorge Cerda por su lamentable accionar.
Cabe señalar que a pesar que ambas cartas llevan la firma del padre Félix, estas no fueron elaboradas por él. Fueron escritas, llevadas hasta Pucon y hechas firmar por el padre Félix Eicher, de forma fraudulenta y con engaño. Esto consta en la grabación del testimonio personal del Padre Félix, quien asegura no haber tenido nada que ver con el contenido de esta falsa misiva.
Otros de los asuntos que denunciamos es sobre el paso que tuvo por nuestra parroquia, amparado y patrocinado por el párroco Jorge Cerda, el Sacerdote Mardoqueo Valenzuela Morales, quien estaba siendo investigado por abusos deshonestos a menores.
En este marco de cosas, el párroco Cerda aún sabiendo que Valenzuela Morales estaba sometido a proceso, de manera absolutamente imprudente envió al cuestionado sacerdote a cargo de campamentos de niños. Esta irresponsable exposición que se hizo de tantos niños y niñas, ha preocupado e indignado a muchos miembros de la comunidad parroquial.
Además de todo lo ya planteado la falta de criterios cristianos y la particular vocación pastoral del Sacerdote Jorge Cerda se ha evidenciado en una serie de otras lamentables situaciones. Algunas de ellas son las siguientes:
Luz Chávez y Tomás Román, gente sencilla de campo, pertenecientes a la comunidad Quelén Quelén, acusan que fueron tratados de por el cura Cerda de “Ignorantes que no saben usar la Biblia, y que por eso no volvería nunca más a hacer misa a ese lugar”.
El matrimonio formado por Domingo Rivera y Jessica Veloso, estaban siendo visitados por el cura cerda a causa de una crisis matrimonial. La Sra. Jéssica señala que el cura Cerda le dijo ” ¡sepárate huevona….andai puro hueviando”. Esto lo informó al Obispo Bacarreza, quien no emitió opinión pastoral al respecto.
Rosa Cuevas, secretaria por años de la Parroquia Cristo Rey durante la administración del Padre Félix, señala que fue permanentemente acosada laboralmente por Cerda, llegando incluso a “pagarle el sueldo con puras monedas en reiteradas ocasiones, para que renunciara”.
Carla Rivera, participante de la pastoral, señala que “la expulsó del grupo por emitir un comentario crítico a la gestión de Cerda por Facebook, y que esto lo ha hecho con múltiples personas que desaprueban la gestión del Párroco.
En conclusión: Queremos proteger a nuestra comunidad parroquial. No queremos que nadie se vea afectado nuevamente por un hombre que no tiene la capacidad para dirigir personas, y que ningún niño se vea sometido a situaciones de peligro y de maltrato. Y también, queremos que nuestro querido Padre Félix sea tratado con la dignidad y respeto que se merece.
Laicos Indignados “Parroquia Cristo Rey, Laja”.
Correo de contacto: iglesiatransparente@hotmail.com
Edison Jara Quijada
Flor Riquelme Rodríguez
Rosa Cuevas
Héctor Chávez
Julieta Ulloa.
Raúl Barrigas
Pilar Duran
Guillermo Vallejos
Rodrigo Chávez
Patricio Jara
Ilsen Jara
Javier Castro
Ramón Jara Quijada
Carla Riveras
Ana Villarroel
Guinthert Pacheco
Sergio Bustos
Marlen Vallejos
Marco Escobar
Tamara Hurtado
Marcelo Roa
Rosa Riquelme
Carta mencionada:
roger vivier online
Comunidad católica de Laja envía carta-denuncia a La Batalla