Por lo menos desde enero de este año que Ricardo Acuña, presidente de la Junta de Vecinos Población 4 Álamos, viene elevando emails bajo el asunto «PERROS MAÑOSOS» a la autoridad municipal competente por el tema de los perros vagos que deambulan por allí.
Y por lo menos hace un mes que otrxs vecinxs han comenzado a hacer lo mismo.
Según señaló a La Batalla el encargado del departamento de planificación y fiscalización ambiental de la dirección de inspección de la municipalidad, Christian Sepúlveda -la autoridad competente-:
«(…) estamos coordinando con el Sr. Ricardo Acuña reunión con vecinos del sector para evaluar situación del problema (…)».
El problema de los perros vagos y mañosos
Andrea Figueroa, vecina del pasaje Lourdes, cuenta que:
“Hay dos perros que andan, y ven a mi esposo y lo atacan»
Dice que escucha en las mañanas cuando atacan a la gente, que grita.
Ella pertenece a la comunidad cristiana “Cristo Vivo”:
“El problema -refiere- es que el día sábado viene un seminarista a hacer confirmación, y el perro el otro día le dejó toda la mochila mordida”.
Su testimonio es refrendado por una vendedora por catálogo que la acompaña, y que suele transitar por dicha población en bicicleta.
A Andrea le gustan los perros, y advierte que no quiere que los maten:
“De ninguna manera. Sí que se los lleven, porque esos perros no pueden estar acá, porque nadie se hace responsable de ellos. Están atacando a la gente. Y hay una señora aquí que los alimenta, pero no se hace dueña de ellos, sino que de forma irresponsable va y les da comida, como lo hace todo el mundo a veces, que a uno le sobra comida, y va y les da a los perros”.
Otros testimonios señalan también a esa señora que alimentaría a los perros. Y quien les habría arreglado además sendas casuchas a un costado de la multicancha del sector.
Son buenos
“Yo tengo que salir a defender a la gente todos los días, para que no la ataquen, porque a mí me hacen caso”, comienza diciendo Alicia Adasme, quien trabaja en el aseo y ornato de las plazas de Elizabeth Heisse.
“Los perritos son buenos”, interrumpe una mujer mayor, que se acerca trémula, tiritando, con miedo a que les vayan a hacer daño:
“A mí me duele cuando van a matar a los perros, porque quieren matar a los perros, porque a mí me han dicho varios”.
¿Quién le ha dicho eso?
«Los chiquillos, los jóvenes…».
“Yo me asusto por los animalitos”, finaliza a duras penas.
Alicia Adasme, la trabajadora de aseo y ornato, dice que:
“Uno les busca la buena, y estos perros sería muy bueno que los dominaran, que los adiestraran. Porque a esta perra, por ejemplo, usted le busca la buena, la llama, y al tiro se da. Y toda la gente que le busca la buena, no la atacan. Pero usted les levanta la mano, y no hay caso: lo atacan,
“A los maestros los atacan solo de verlos, porque ellos igual los seguían con palos”, agrega.
Adasme alude a un grupo de unos veinte maestros que llevan en la población ya varios meses, abocados a labores de mejoras en los blocks, de parte del gobierno central.
El jefe de terreno apunta a una de las vecinas del pasaje Lourdes -la señora a la que antes señalaran otros-:
“No hemos podido entrar a su casa, porque tiene más de diez perros”.
Según él, cuatro trabajadores de la empresa han resultado heridos, hasta ahora.