
Trabajo, unión y carácter: las claves de Benjamín Gasc para el histórico regreso del Boston College a Primera.

El grito de alegría estalló como un trueno y recorrió cada rincón de Maipú. Desde la Ciudad Satélite hasta la Villa Lo Errázuriz, desde la Villa San Luis hasta La Farfana, un mismo rugido se elevó al cielo: ¡Boston College es de primera! Las calles se tiñeron de orgullo amarillo y azul, y en el aire vibró con el vuelo de un águila que ha vuelto a su nido en lo más alto del básquetbol nacional.

Tal como adelantamos en una crónica anterior, este histórico regreso se selló gracias al nuevo reglamento de franquicias de la Liga Nacional de Básquetbol de Chile, que abrió la puerta al ascenso mediante licitación. Pero en el caso del Boston, no bastó con presentar la mejor oferta económica: también había mérito deportivo, ese que se gana en la cancha, sudando cada balón. El subcampeonato obtenido en la última Liga DOS fue prueba irrefutable de que este club estaba listo para volver a rugir en la élite.
El deporte, como la vida, siempre guarda segundas oportunidades. Tras coronarse campeón de la Segunda División en la temporada 2017-2018, el equipo maipucino debió abandonar la primera división por problemas económicos que golpearon fuerte a la institución. Parecía una herida difícil de cerrar, hasta que en 2023 llegó un hombre dispuesto a cambiar el destino: Benjamín Gasc.
El liderazgo que devolvió el vuelo

Con mano firme y visión clara, Gasc asumió el timón del Boston College y, en tan solo dos años, cumplió el máximo anhelo: regresar a primera. Su plan no fue improvisado. “A mi llegada en 2023 tenía la idea de generar esta identidad de juego que hoy todos ven”, contó a La Batalla. Y vaya si lo logró: un equipo con carácter, con unión, con un camarín “súper sano y limpio”, como él mismo destaca. Porque para Gasc, el triunfo no se construye solo con jugadas, sino también con personas.
La campaña 2025 fue demoledora. Antes de la final, las Águilas solo conocieron la derrota una vez —un 5 de abril ante Stadio Italiano—. En su vuelo, dejaron atrás a instituciones históricas del baloncesto chileno como Luis Matte Larraín, Sergio Ceppi, Club Brisas, Illapel Básquetbol y Árabe de Valparaíso. Un récord de 13 victorias y 1 derrota en la temporada regular, fruto de un equipo que fue madurando y creciendo partido a partido, sin perder la humildad ni el hambre de victoria.
“Fue una liga larga, con veinte equipos y muchos partidos. Una temporada colmada de aprendizaje y madurez. Todo eso, sumado a los resultados, nos deja una ecuación perfecta: la satisfacción de la meta cumplida”, resume el entrenador, que ya piensa en los desafíos que vienen.
Y es que Gasc no es hombre de conformarse. Sabe que el regreso a primera no es el final del viaje, sino apenas el inicio de una nueva batalla. “No queremos ir a pasear a la primera. Vamos a competir. Sabemos que hay equipos con presupuestos que nos cuadruplican, como Leones, Ancud, Español de Osorno o Valdivia. Será difícil ser campeones, pero pelearemos cada partido y buscaremos llegar lo más lejos posible.”

Ese es el espíritu que hoy necesita Maipú: el de creer, incluso cuando las estadísticas amenazan. Desde esta tribuna, el llamado es claro: que la comuna acompañe a sus equipos, porque son parte de su identidad, su orgullo y su historia.
Dirigir al Boston es para Gasc un honor que lleva con la responsabilidad de quien conoce el peso de la camiseta. “Es un equipo histórico. Tener la oportunidad de dirigirlo en primera es algo único. Aquí hay muchos chicos de la comuna entrenando en las inferiores, compitiendo a nivel regional y nacional. El deporte es una de las mejores salidas ante problemas familiares, depresión o drogas. El impacto del Boston en Maipú es enorme: une a la gente, le da identidad. Es una de las grandes instituciones de la comuna.”
Hoy, Boston College no solo vuelve a primera. Hoy, bajo el liderazgo de Benjamín Gasc, las Águilas vuelven a volar alto, con el corazón de una comuna que sueña en grande.


José Antonio Lizana Arce es un escritor maipucino y periodista deportivo, autor de seis libros sobre la memoria deportiva en Chile.
Ceacheí. Palabra de campeón (2008), Rayando la cancha (2009), Mojando la camiseta (2010), Pisando la pelota (2014), Pelota en la(s) red(es) social(es) (2018) y Más allá de la cancha (2022).

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