Entendemos la gestión ambiental como la administración y uso eficiente del agua, la energía y el manejo de residuos de una institución determinada. Las dos primeras variables tienen relación a la instalación de sistemas técnicos especializados, pero lo relacionado a los residuos sólidos domiciliarios depende, en gran medida, de nuestros hábitos.
La creciente generación de residuos sólidos y la importancia de manejarlos en forma adecuada, es un problema que involucra a todos los miembros de una sociedad. Si reconocemos a las escuelas como agentes importantes en el proceso de construcción socio-cultural en el camino hacia la transformación de sociedades sustentables, la comunidad escolar juega un papel significativo en las pautas conductuales de las personas que coexisten en un mismo territorio.
Los establecimientos educacionales tienen un rol fundamental en la formación de hábitos, actitudes y valores de las personas, después de la familia, es el principal espacio de sociabilización de todo ser humano. Las interacciones que un niño tenga durante sus primeros años de vida determinaran su comportamiento futuro. Es por eso que se vuelve fundamental facilitar el aprendizaje de la gestión ambiental, incluso, desde la edad preescolar.
En razón de lo anterior, y pensando en que debemos cambiar los actuales hábitos consumistas-desechador de las personas por unos sustentables, el fortalecimiento de la labor medioambiental de los establecimientos educacionales resulta trascendental en la estrategia para lograr establecer una nueva forma de relacionarse con el entorno. Establecer la concepción de escuelas al servicio de la comunidad, siguiendo ejemplos internacionales y nacionales, los cuales ya han demostrado que cuando las comunidades se organizan y participan activamente en el quehacer escolar, generan un impacto sobre las formación de sus propios niños y estimulan la transformación positiva del barrio, tanto en su ámbito social, cultural y económico.
Sin embargo, para lograr reorientar los establecimientos educacionales hacia una concepción socioambiental se vuelve difícil cuando a la fecha existen muchos municipios, direcciones municipales de educación y corporaciones educacionales sin programas permanentes de gestión ambiental. Muchas de las experiencias de gestión ambiental en las escuelas corresponden a proyectos autogestionados por las comunidades educativas, sin recursos económicos desde el estado que permitan sostener en el tiempo una estrategia integral en materia de sustentabilidad.
Desde mi experiencia puedo destacar las gestiones ambientales municipales de la municipalidad de María Pinto, La Pintana, Providencia, San Joaquín, Pudahuel y Maipú. También existen iniciativas interesantes impulsadas desde organizaciones sociales, ongs y universidades, sin embargo estas acciones no tienen una relación entre ellas, limitando el impacto de sus iniciativas.
Como habitante de Maipú, comuna en la cual resido desde mi infancia, puedo mencionar que existe una gran cantidad de organizaciones sociales preocupadas por el cuidado del medio ambiente. Experiencias de reciclaje, compostaje, lombricultura, energía solar, huertas comunitarias, centros demostrativos y transformaciones tendientes a barrios sustentables, se desarrollan en los diferentes sectores de esta populosa comuna, asumiendo desde el trabajo voluntario y la participación ciudadana la labor de educar en materia medioambiental.
No obstante lo anterior, las organizaciones sociales que por año han promovido valores y acciones ecológicas saben que no pueden cumplir solos esta gran tarea, ya que aunque exista disposición de personas a realizar de manera voluntaria actividades de educación ambiental, al momento de entrar a los establecimientos educacionales se necesita agregar a la práctica educacional planificación, sistematización, evaluación, entre otras acciones que escapan a la labor de una organización social. Es por eso que está tomando fuerza la idea de incorporar contenidos ambientales a los proyectos educativos institucionales profesionalizando la labor del educador ambiental.
Existen algunas iniciativas de trabajo de escuelas con organizaciones sociales, sin embargo son de carácter esporádico y de extensión. Es por esta razón que surge la necesidad de crear el proyecto Comunidades Escolares Sustentables – CES 2014, proyecto que beneficia a establecimientos educacionales de cinco comunas de la Región Metropolitana que busca establecer mediante un proceso participativo y de constructivismo pedagógico un vínculo entre los establecimientos educacionales y sus respectivas comunidades, con la finalidad de promover desde la escuelas una nueva cultura más amigable con el medio ambiente.
El proyecto actualmente es financiado por el Gobierno Regional, ejecutado por el Consejo de Defensa del Medio Ambiente de Maipú y cuenta con la colaboración de la Universidad Tecnológica Metropolitana. El objetivo es sensibilizar, a través de animaciones socioculturales, a las comunidades educativas participantes sobre la importancia que tiene el Medio Ambiente para nuestra calidad de vida. Sara de Miguel Badesa, en su libro Perfil del Animador Sociocultural (1995) señala que la animación sociocultural es un método de intervención con acciones de práctica social dirigidas a animar, dar vida, poner en relación a los individuos y a la sociedad en general, con una adecuada tecnología y mediante la utilización de instrumentos que potencien el esfuerzo y la participación social y cultural.
Comunidades Escolares Sustentables, siguiendo la lógica de esta metodología transforma experiencias barriales en actividades propias del que hacer educativo, que puedan en un mediano y largo plazo, impactar en las políticas públicas relacionadas con esta materia.
La iniciativa surge como una alternativa de educación ambiental que busca avanzar desde las experiencias microsociales hacia articulaciones interinstitucionales que tengan una proyección conjunta para generar cambios de actitud en la ciudadanía y en el ordenamiento territorial, con la finalidad de alcanzar una gestión local sustentable impulsada desde los establecimientos educacionales. Comunidades Escolares Sustentables busca sensibilizar en materia medioambiental a los diferentes actores educativos y facilitar las condiciones para que puedan incorporar saberes territoriales y actores locales en su quehacer educacional.
El reciclaje, el cultivo y la vida saludable son aristas fundamentales de este innovador proyecto, que contempla talleres para estudiantes, equipo educativo y familias en cinco establecimientos educacionales de la región metropolitana. En lo que respecta a la gestión de residuos, ya se han llevado a cabo las primeras actividades entorno al reciclaje, siendo el principal residuo a reutilizar el plástico. Bolsas, botellas y tapas plásticas serán durante el 2014 nuestro principal desafío.
En síntesis, el proyecto busca mediante talleres dirigidos hacia estudiantes, equipos educativos y familias, formar grupos con conciencia socioambiental que puedan articularse al interior de cada establecimiento para constituirse como protagonistas de la gestión ambiental desde la adquisición de conocimientos, habilidades y desarrollo de su capacidad gestora y transformadora para dar solución a la problemática de acumulación de residuos.
A través de Comunidades Escolares Sustentables las escuelas se preparan para insertarse en su respectiva comunidad local para incidir en las pautas culturales de sus habitantes, convirtiéndolos en ejemplo de organización frente al desafío de la gestión ambiental.
[Fotografías: Karla San Martín].