El cuartel de la 1.ª Compañía de Bomberos de Maipú, que será demolido

Tiempo de lectura: 3 minutos

Fotografías de Estefanía Henríquez.

«Cada uno de los ochenta voluntarios tiene algo que decir, cada uno ha vivido momentos distintos de la historia» dijo a La Batalla el voluntario Álvaro Huerta Parra (29), quien además detenta el cargo de Inspector de Comandancia, en el Área de Estudios y de Instrucción, y recuerda algunos momentos puntuales: La guardia nocturna para el 27F, los que estaban de guardia para el terremoto de Coquimbo, los que estaban la nochebuena antes del incendio de una fábrica en Cerrillos, las fiestas de Navidad, la puesta en servicio de los cascos nuevos, etcétera.

Álvaro tiene 9 años de servicio en la Primera Compañía de Bomberos de Maipú, pero lleva muchos años más en el cuartel. Lo traían de niño, en brazos de su padre, el también voluntario Roberto Huerta.

Siente que estos días son de nostalgia: «Porque en dos días más nos llega el carro nuevo, el Iveco Magirus, que viene a reemplazar al B1, que lleva cuarenta años con nosotros. Y coincide con el hecho de que estamos en los últimos pasos con el tema de la remodelación del cuartel».

Se resiste a hablar de demolición, aunque eso es lo que sucederá, considerando que la renovación del lugar será total.

«Lo primero que me llamó la atención fueron los carros —recuerda—, ver el B1, el 770 de ese entonces, el transporte, la distribución que tenían en la sala de máquinas. Ese olor mezcla de cera y petróleo que tenía el cuartel, el eco, mucho eco, y un ambiente de familia, con mucha gente, bomberos con sus señoras, con sus hijos, los cadetes de ese entonces, un ambiente muy vivo. Un edificio que tenía vida propia».

Ya no hay eco, la sala de máquinas está más poblada. Aunque, para Álvaro Huerta, el cuartel siga teniendo la misma vida, y la misma mística.

Recordar que para mediados de este año se espera el inicio de los trabajos de construcción del nuevo cuartel, en el mismo emplazamiento, producto de un proyecto presentado por el Cuerpo de Bomberos de Maipú a la municipalidad, cuyo financiamiento fue aprobado en marzo último desde el Gobierno Regional.