Luego de responderme, Jorge Rodrigo me preguntó:
-¿Me ayudai a traer esas sillas?
Así funciona la biblioteca popular Cecilia Magni, de manera colaborativa y solidaria. Una manera opuesta a aquella en que la que yo fui educado -por el sistema educacional-, por lo que suelo sorprenderme.
Me sorprendí por ejemplo cuando Jorge Rodrigo me dijo que a ellos no les interesaban los fondos concursables, en la medida en que en la postulación a dichos fondos no participara la comunidad de la villa San Juan.
La Biblioteca Popular Cecilia Magni es una biblioteca abierta a la comunidad de la villa San Juan, en Maipú. Jorge Rodrigo Pedraza es uno de sus puntales.
«Esta biblioteca es una organización política, social y comunitaria -nos explicó-, y tiene el objetivo de ayudar a la transformación de la sociedad y superar el sistema capitalista. Y para eso tenemos propuestas de cómo debe ser la organización social, y esta debe ser de una organización directa de las bases, de la población, de los trabajadores».
«Es comunitaria porque la biblioteca no es una línea de tránsito de alguna organización en particular, ni es un anexo de una organización en particular; es comunitaria porque la propiedad es de la comunidad, y está abierta a cualquier esfuerzo que se pueda sumar, tanto personal u organizativo, pero siempre manteniendo los principios que tenemos nosotros, que es ser horizontal, y ser colectivo».
Su primer cumpleaños
El sábado recién pasado, 06 de septiembre de 2014, la biblioteca cumplió su primer año de existencia. Las sillas que Jorge Rodrigo pidió que le ayudara a llevar fueron utilizadas primero en una actividad de Cuentacuentos, a cargo del Colectivo Turkiri Cuentos. Luego fueron instaladas en la cancha de Abisinia con Neptuno, donde tuvieron lugar variados juegos infantiles y una feria de organizaciones sociales y donde se instaló, por cierto, un estante abierto con los libros que maneja la biblioteca.
«La biblioteca nace con el fin de entregar la lectura a la comunidad, cosa que nosotros creemos que se está perdiendo por el alto precio de los libros, con la poca emoción que tienen los niños al leer los libros del colegio», nos dijo Álvaro Flores, uno de los monitores en esta serie de actividades.
Posteriormente se efectuó un pasacalle por la avenida Abisinia, a cargo de la batucada Tucutaclán, de Maipú. Niños y niñas estaban muy entusiasmados. También los perros. Y numerosos vecinos salieron a mirar.
Cuando nos retiramos, en el ocaso, la jornada no había concluido.