El 17 de diciembre, los resultados electorales anunciaban que Sebastián Piñera se convertía en el próximo presidente de Chile, para el periodo 2018-2022. Frente a esto, las principales preocupaciones giran en torno a lo que sucederá con las reformas y transformaciones que, luego de importantes movilizaciones sociales, logró impulsar el actual gobierno de Michelle Bachelet, particularmente en temas de aborto y gratuidad en educación superior. Nuevamente, y en contraposición a ciertas lecturas «despolitizantes» que han marcado las últimas elecciones, la realidad nos demuestra que no da lo mismo quien gobierne el país.
A pesar de lo que se espera para Chile en un próximo gobierno de derecha, lo cierto es que muchos municipios (Maipú entre ellos) cumplieron hace algunos días un año bajo administraciones del sector que representa Sebastián Piñera. Poner atención a los cambios que se han impulsado bajo esos gobiernos locales permite anunciar el tipo de transformaciones políticas que se vienen en el futuro gobierno.
Particularmente en el caso de Maipú, la gestión de la alcaldesa Barriga ha entregado luces claras acerca del tipo de sociedad que impulsan (e impulsarán) los sectores de derecha en Chile. Un ejemplo reciente es lo ocurrido a finales del 2017 con la inscripción de puestos para ferias navideñas y la entrega de regalos para los niños y niñas. Tradicionalmente, las personas inscribían los puestos y solicitaban regalos a través de las Juntas de Vecinos, por lo cual era la misma Junta de Vecinos la que organizaba la entrega de regalos a los niños y niñas de la comuna. Sin embargo, a finales del año pasado la Municipalidad de Maipú abrió mecanismos de registro individual, tanto para la inscripción de puestos como para la entrega de regalos navideños.
Lo anterior no solamente generó molestias en los vecinos al momento de tener que ir a inscribir puestos y falencias en la entrega de regalos. Abrir una opción paralela de inscripción individual, en vez de impulsar la inscripción mediante las Juntas de Vecinos, es una acción política que apunta concretamente a la individualización de las personas y a disminuir el protagonismo de las organizaciones vecinales en los territorios. Incluso, llega a parecer contradictorio que se tomen estas medidas en plena época navideña, donde se espera florezcan sentidos como el encuentro y la solidaridad.
Entonces, es importante no dejar de poner atención a las acciones políticas que se llevan a cabo en los gobiernos locales. El reciente fallo de la Corte Suprema que declara ilegal el permiso de edificación del Mall Barón (entregado por la administración anterior) en Valparaíso, o la desvinculación de 69 profesores por parte de la administración de Providencia, ejemplifican nuevamente lo influyente que llegan a ser las decisiones políticas locales en las condiciones de vida de las personas.
Finalmente, no hay que olvidar que a mediados del próximo gobierno se abren nuevamente las urnas para las elecciones municipales. Es necesario superar los debates técnicos-administrativos a nivel local y avanzar hacia una discusión política, entendiendo que no da lo mismo quien gobierne y los ideales de sociedad que sostiene.
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La persona que escribió ese artículo sólo tuvo como visión una cara de la medalla y es lo que se hizo como supuesta “actividad social” y como “supuesto acto sin sesgo político” lo hecho en la pasada Feria Navideña, sin embargo, hubiese sido interesante que también emitiese un comentario, también social, en explicar la contradicción entre dicho evento versus lo que la Alcaldesa y sus directivos tienen convertido a la Comuna al día de hoy: “Un verdadero caos en el centro y calles aledañas de Maipú, como asimismo, en casi todas las ferias de la Comuna”; hoy, Maipú, y que me disculpen los chanchos, pero la Comuna parece un chiquero. Dónde uno concurra es un desorden que ya se ha tornado inmanejable. Transitar por algunas calles de Maipú es un verdadero desafío, y no me estoy refiriendo a las obras del SERVIU.
Concuerdo plenamente con tu comentario.
Todo esto es reflejo del muy buen uso por parte de la derecha, de aquella herramientas de control social que utilizaron los Romanos, la que se resume en la frase "Pan y Circo para El Pueblo". Y lamentablemente a través de los medios de comunicación ejecutan a la perfección este plan.
No me considero viudo de Vittori o Undurraga, pero cuando veo el eslogan de la administración de la alcaldesa de turno "Maipú Renace", hay un mensaje subliminal que nos están tratando de inocular en el consiente colectivo, gracias a ellos (la derecha) estamos saliendo a la vida nuevamente, cosa que está muy lejana a la realidad.
No puedo dejar de mencionar lo lamentable que ha sido esta administración con su afán de debilitar a las organizaciones sociales, parecen verdaderos empresarios tratando de debilitar los Sindicatos o en algunos casos corrompiéndolos para que pierdan credibilidad. Esta es la tarea que están llevando a cabo, que perdamos nuestra capacidad de organizarnos.
Lo comenté en otro reportaje de este medio, Maipú es nuestro, no pertenece a la administración de turno, recordemos que en la política hay muchas Golondrinas que buscan iniciar su ascenso dentro de sus partidos no importando las consecuencias de sus decisiones.