En Maipú, los Socios del Club Social y Deportivo Colo-Colo construyen comunidad

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Me han invitado, como vecino, a escribir una columna. Soy Colocolino, vivo en Maipú varios años, donde he establecido raíces en todo ámbito, y he sido espectador de cómo esta comuna ha crecido en niveles estructurales y expansivos. ¿Bueno o malo dicha forma de crecimiento?, lo dejo como pregunta abierta, además, soy miembro de una organización social y deportiva que lucha día a día construyendo una nueva visión y destruyendo antiguos, añejos y mal intencionados paradigmas. Es en ambas condiciones la cual hacen que estas palabras tengan cierto sentido.

Hoy en día la ciudadanía vive bajo un constante movimiento en términos territoriales, políticos (partidistas y no partidistas), sociales y también ambientales. Las consignas “Educación Gratuita y de Calidad”, “Salud gratuita”, “No más AFP”, “Renacionalizar el cobre”, “Autodeterminación al Mapuche” son broches de un fondo argumentativo que quiere emerger, y lo está haciendo, posicionándose como otra forma de vivir en comunidad, diversa, equitativa, de derechos y deberes individuales y comunitarios.

El descontento es amplio, y son los territorios los que han tomado la palabra.

Muchas veces me ha tocado participar de actividades organizadas por colectivos sociales donde he apreciado cómo jóvenes y no tan jóvenes se toman los espacios públicos para desarrollar conocimiento, cultura y artes que buscan mostrar y entregar otra forma de hacer las cosas, basadas muchas de ellas en la autogestión como camino de libertad. Y es acá donde encontramos el primer “rompe mitos”, ya que en gran parte es la fuerza joven la que está proponiendo de manera constructiva y no destructiva una sociedad distinta, sin menoscabar el abnegado esfuerzo de nuestras generaciones adultas.

Las luchas ciudadanas se ramifican en toda esfera pública incluso tocando de manera directa al deporte. Hoy por hoy el futbol manejado de manera casi absoluta por Sociedades Anónimas (en términos profesionales) demuestra la fuerza expansiva que tiene este modelo, el cual ya privatizó la educación, la salud, la juventud y la vejez, los nacimientos y las muertes. Estos Clubes Deportivos fueron quitados o robados a la misma gente, al pueblo, al ciudadano que encontraba en estas instituciones espacios de recreación, sociabilidad y desarrollo. Cuántas veces no hemos escuchado al vecino comentar lo lindo o hermoso que era este deporte hace varias décadas atrás, donde incluso se podía convivir de manera pacífica, no sin la rivalidad natural propia del folclore del deporte, con un “adversario”. La violencia inherente de este deporte no puede desligarse del paradigma actual de sociedad neoliberal: individualista por naturaleza. El creer que el “enemigo” existe solo por usar colores distintos habla de que en realidad el foco está perdido y que la concepción de Clase mutó en una autodestrucción de nosotros mismos. Pero, ¿Por qué mantenernos divididos? ¿Malas intenciones de algunos?, tal vez.

Dentro de esta lucha de reivindicaciones populares constructivas y citando el “rompe mitos”, es que el deporte también tiene algo que decir.

En la actualidad, el ciudadano despertó, se “empoderó” levantando la voz cuando siente que sus derechos son tocados, entendiendo este punto, lo mismo ocurre con el hincha del futbol y en particular el Socio Colocolino.

Soy miembro de la Filial Maipú Luis Mena, la cual es un brazo del Club Social y Deportivo Colo-Colo en la comuna (Salvo el nombre y la pasión, no tenemos vínculo financiero con el Club y menos con Blanco y Negro S.A.). Somos escolares, estudiantes, trabajadores y profesionales, que comprendiendo la realidad antes descrita, tomamos el sartén por el mango y decidimos crear una realidad distinta. En reiterativas ocasiones llevar la camiseta de Colo-Colo es un peso enorme por el estigma y el prejuicio que existe, el cual es natural si vemos lo violento que se transformó o transformaron a la sociedad chilena en su totalidad. Entonces, ¿Cómo aportar desde la pasión?, difícil pregunta pero nos animamos a crear una respuesta.

El 6 de Abril de 2013, inauguramos la primera Escuela de Futbol Gratuita para niños de 5 a 13 años en el sector de la Farfana. Primera escuela creada y administrada por socios de Colo-Colo de manera autogestionada. Llevamos casi un año de funcionamiento donde entregamos a la comunidad un espacio para realizar deporte de manera gratuita con profesores profesionales e implementos de primera calidad. Rifas, completadas, campeonatos, etc., han sido el camino para concretar este sueño.

La bandera en alto sigue avanzando. El próximo 5 de Abril inauguramos nuestra segunda Escuela de Futbol Gratuita, ahora en Olimpo, para la cual se adhiere una categoría femenina (lo mismo para la ubicada en La Farfana) y el primer Preuniversitario Popular Gratuito para la comunidad, todo administrado por la Filial Maipú Luis Mena.

Creemos que desde el fútbol, desde la pasión y el sentimiento a un Club se puede aportar a la dinámica territorial, ser un ente social importante en la comuna es nuestra visión, entregando sin distinción de colores, religiones y vereda política herramientas concretas para el crecimiento individual y comunitario.

Nuevamente pregunto ¿Cómo aportar desde la pasión?, bueno acá una forma constructiva, NO VIOLENTA que se inserta en el tejido social de la comuna.

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