Hablando con militantes decé de Maipú, salta a la vista la coincidencia en un diagnóstico: “división” interna a nivel local durante el período 2016-actualidad.
A mi juicio, la división resultó de lo que podría denominarse una «crisis de identidad», manifestada en la dispersión de la votación falangista entre Christian Vittori y Freddy Campusano para las municipales del 2016.
De identidad porque las imputaciones que pesaban sobre el entonces alcalde eran tales que parte de la militancia comunal estimaba que bastaban para que el partido no pudiera apoyarlo sin atentar contra sus principios.
Perdidas las elecciones, dicha crisis identitaria se agudizó, en la medida en que a la cuestión de cómo tiene que actuar la DC se sumó la de qué es la DC, jalonada por el cuestionamiento desatado por el accionar del partido en tanto oposición a nivel nacional.
La principal consecuencia fue la renuncia del mismo Campusano, el concejal Abraham Donoso y otros visibles militantes.
“Aquí hay una falta de adoctrinamiento, de enseñanza —opina Darío Díaz—; que uno tiene que ir haciendo cada cierto tiempo, con lo que se van sumando personas. Y eso nos ha faltado acá: entender por qué uno es militante o no; qué lo motivó en algún momento a firmar por este gran partido, que ha sido muy importante para este país”.
«(…) hoy tenemos una tremenda oportunidad para elegir una mesa comunal que propicie y fortalezca los valores y principios que nuestro partido promueve —plantea Eva Ureta—, y en este sentido tenemos que reconocer que don Herman Silva es la mejor carta».
«Es hora de volver a nuestras raíces», reza la campaña de la lista encabezada por Alejandra Bustamante Neira: «No somos alternativas, somos demócratas cristianos».
Quienes tuvieron la oportunidad de dirigir al partido, acusa Claudio Barahona, «fueron incapaces de aglutinar, de fomentar la cohesión interna de los militantes, de aunar un discurso que permitiera mantener la identidad local de la Democracia Cristiana».
Porque, en todo caso, una crisis como la que comentamos puede resultar bien o mal, dependiendo en parte de cómo se aborde.
En este sentido, Barahona apunta tanto al concejal Silva como al renunciado Campusano como responsables políticos de la «situación delicada» de la DC Maipú.
Además de la coincidencia en el diagnóstico la hay en una «esperanza». La esperanza en la militancia de base del partido.
«(…) debemos aprender de estos errores y revertir esta situación con esperanzas, atrayendo y reencantando a la familia de la falange», declara Ureta.
«Pues creemos que la gente de base debe volver a dirigir a la Democracia Cristiana», dice la lista de Bustamante.
«Si los camaradas me eligen a mí como presidente, lo que voy a hacer primero es reconstruir la fraternidad democratacristiana», anuncia Barahona.
«Todos están esperanzados en que lo hagamos bien», concluye Díaz.
Así, a pesar de todo, las y los decé con quienes hablé estimaron que el domingo votarían no menos de trescientos camaradas, lo que no sería poco.
Más allá de esta contingencia, no deja de ser esperanzador para la política que la DC Maipú aborde lo que hemos denominado «crisis de identidad» apelando a la militancia de base. Es esperanzador que le pregunte a su militancia de base qué es y cómo tiene que actuar, porque bueno o malo el resultado será colectivo y apegado a la realidad local.
En cualquier caso, las respuestas serán de interés para los partidos políticos en general de la comuna, especialmente a las puertas de una elección municipal.
Las listas para la directiva comunal son cuatro:
Claudio Barahona (presidente), Ana María Dávila (vicepresidenta) y Ruth Valdebenito (secretaria).
Herman Silva Sanhueza (presidente), Germán Gutiérrez (vicepresidente) y Eva Ureta (secretaria).
Alejandra Bustamante (presidenta), Adriana Mena (vicepresidenta) y Arturo Madariaga (secretario).
Darío Díaz (presidente), Francisco Pincheira (vicepresidente) y María Isabel Garay (secretaria).
En cuanto a las Directiva Regional Metropolitana, la activa dirigenta social de Maipú Lucía Varas Rojas se presenta como candidata a tesorera de la lista C, encabezada por Eugenio Ortega Frei:
“Con convicción, devolvamos la mística y la fe en las personas, a través de tu participación”, invita.
Finalmente, varios de los nombres se repiten para delegados territoriales de la Región Metropolitana.
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