Escuela de Las Artes y Tecnología de Maipú: Una dificultad y una esperanza

Tiempo de lectura: 3 minutos

Según el testimonio de profesores, a lo menos en una ocasión un alumno tuvo que oír la clase de pie, en el vano de la puerta. La sala de matemáticas tenía capacidad para 15 personas, pero hubo una asistencia mayor.

Al 11 de marzo de este año, y de un total de ocho, había tres cursos con 18 y uno con 17 matriculadxs, informó el inspector general de la Escuela de las Artes y Tecnología de Maipú –EAT-, dependiente de la Corporación de Educación de la comuna.

Tanto la sala de matemáticas como la de lenguaje son estrechas (5,89 x 2,79 m mide esta última, aproximadamente). Sobre todo considerando que allí estudian jóvenes de tercero y cuarto medio.

“Si el profesor tiene este espacio para hacer la clase –la jefa de la Unidad Técnico Pedagógica indicó la zona del pupitre del profesor-, ni siquiera puede dimensionar lo que está haciendo en la pizarra. Entonces es una dificultad para el profesor. ¿Cómo le pido yo a ese profesor que mejore su metodología en clase, si no puede meterse entremedio de los chiquillos, si no puede debatir lo que están haciendo, o usar otras estrategias?”.

Uno de los focos del EAT está puesto en el uso de la tecnología en favor de la pedagogía y la gestión escolar. Una de las iniciativas de innovación en este sentido son las aulas virtuales. A través de estas, cada asignatura lleva al mundo virtual sus contenidos y actividades, por medio de una plataforma Moodle.

A este respecto, se señala desde la UTP:

“Aunque tenga notebooks para traer a la sala… ¿dónde? No tengo ni enchufes para tener notebooks aquí”.

“Tenemos muy poco espacio para trabajar con los niños”, reconoce la profesora de matemáticas.

Cambio de mobiliario

Un paliativo que se tenía en mente era el cambio de mobiliario.

Según el director de establecimiento, Patricio Vergara, el problema del espacio estaría solucionado, respecto de la sala de matemáticas. Se trajo mobiliario nuevo. El de las otras salas se reemplazará progresivamente durante este año, afirmó.

La jefa de UTP resumió en una frase el sentir y el pensar de prácticamente todxs, con respecto a lo limitante del espacio físico:

“Es urgente salir de aquí”.

Salir de ahí

El EAT está ubicado en Camino a Melipilla, enquistado en uno de los vértices de la Ciudad Satélite.

A ojos vistas, parte del terreno que ocupa sigue el curso de la caletera de aquella arteria, cuya continuación está considerada, lo que ha frenado la construcción de infraestructura en dicho espacio del colegio (está en franja de expropiación).

A pesar de las dificultades con respecto al espacio, tanto profesores como miembros del equipo directivo señalan que lxs jóvenes asisten al colegio con gran entusiasmo.

“Y yo creo que por eso también se ha dado la tónica de que el apoderado y el alumno entiende esta problemática y no reclama –dijo a La Batalla la profesora de historia-. Porque, para mí, es un poco inhumano tener un niño afuera. Pero ellos quieren estar acá, entonces entienden un poco la situación”.

Es algo que se aprecia fácilmente. Lxs jóvenes se mueven con libertad por las dependencias, incontinentes respecto de la forma de expresión que ha escogido: tocando la guitarra, pintando, rapeando.

En el EAT no se utiliza uniforme escolar, permitiéndose al alumnado usar la ropa, peinado y accesorios que quieran.

La participación, la valoración de la diversidad y la inclusión son algunos de los principios que informan el proyecto educativo del establecimiento.

También lo es la acogedora convivencia, uno de los aspectos más valorados por los miembros de la comunidad educativa. Lo reducido de los grupos cursos, se entiende desde allí, es uno de los elementos favorecedores de la convivencia. A pesar de ello, el espacio es insuficiente.

“Lo ideal es que podamos recibir más gente, pero las condiciones no las tenemos”, concluyó la profesora de matemáticas.

Esperanza

Sin embargo, hay una promesa.

Según asistentes a una reunión que sostuvo el gerente de la CODEDUC, Jonathan Fernández, y el director de educación de la corporación, Julio Torres, el 11 de marzo, con el equipo directivo del colegio, ya existe un sitio para la construcción de un nuevo edificio.

Se trataría de un terreno de propiedad municipal ubicado en calle Cuatro Poniente con Av. Libertador.

De nuevo, según asistentes a dicha reunión, el gerente habría prometido que la nueva edificación estará lista:

“Antes de que termine el primer período del alcalde Christian Vittori”.