Compartir
Tiempo de lectura: 2 minutos

Por mucho tiempo la encuesta del Centro de Estudios Públicos ha gozado de prestigio en los más diversos ámbitos de la vida nacional. Esta reputación, muy bien compartida con los estudios del CERC y Adimark, la ha conseguido tras sortear sucesivas pruebas de confianza. Otras mediciones, a menudo experimentales, han ido quedando en el camino, y no siempre por falta de financiamiento —que, dicho sea de paso, el empresariado siempre le ha garantizado al CEP—, sino por sus serias falencias metodológicas.

Y es que la credibilidad de una encuesta es tan crucial como la de un político, pues de ella dependen los votos de adhesión que la opinión pública está dispuesta a concederle a sus conclusiones. Si la encuesta logra acreditarse, su voz será autorizada, si no, seguramente ningún recurso de poder se movilizará con base en sus resultados. Para llegar a ser creíble la encuesta debe dar pruebas de validez, o sea, captar la genuina opinión que las personas tienen sobre un determinado asunto. Y debe afianzar su confiabilidad: las mismas preguntas, formuladas en otro sondeo a muestras representativas de población, deben arrojar respuestas semejantes.

¿Es válida y confiable la última encuesta CEP? Probablemente sí, incluso si como se le ha criticado, las preguntas hubieren sido ambiguas, mal formuladas y sesgadas, pues la consecuencia lógica de ello es que las respuestas sean igualmente ambiguas, mal formuladas y sesgadas. Si esto es lo que buscó la encuesta, no habría fallo metodológico. Pero si lo que quiso fue lo que Harald Beyer, director del CEP, ha declarado a la prensa, entonces estamos ante un problema de credibilidad. Porque el ex ministro no puede deducir del sondeo que la población es contraria a la reforma educacional, o que es favorable al lucro, al copago y a la selección. No puede deducir que la calle no expresa a la polis, que el 62 por ciento de apoyo a Bachelet no tiene valor o, como lo hace un ex subsecretario del Interior, que la educación no debiera ser un derecho garantizable, exigible y justiciable.

Nadie puede concluir nada de esto por la sencilla razón de que ninguna de las preguntas de la encuesta buscó averiguar tales opiniones, las que, en rigor, siguen siendo un tema pendiente.

[Imagen: (CC) Mineduc (detalle)].

Compartir
Rodolfo Fortunatti

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología, U. Complutense de Madrid. Ha sido director de la División de Relaciones Políticas e Institucionales del Ministerio Secretaría General de la Presidencia y asesor legislativo del Senado de la República. Académico de la USACH. Miembro de la Comisión VI Congreso del Partido Demócrata Cristiano y autor del libro "La Democracia Cristiana y el crepúsculo del Chile popular".

Entradas recientes

Fallece Manuel Silva Salazar, destacado comunicador maipucino

Manuel Silva Salazar, es de aquellas personas que en  su paso por la vida, marcan…

1 día hace

“Niños toda la vida”: La obra y el legado de San Luis Orione en el Pequeño Cottolengo

Poco importa si la fisonomía acusa el paso del tiempo y el deterioro del cuerpo,…

4 días hace

Conoce la cartelera del ciclo de cine de Duoc Maipú para el mes de mayo

Duoc UC A Puertas Abiertas te invita al ciclo de cine “El valor de las…

5 días hace

Medicamentos hasta un 95% más baratos: Conoce cómo acceder a la Red de Farmacias Municipales de Maipú

Actualmente, la comuna cuenta con dos farmacias en funcionamiento y una tercera en construcción. Al…

7 días hace

Conadecus y Gobernación Regional se unen en demanda colectiva por cortes de luz en la región: Maipú sigue a oscuras en más de mil hogares

Tras los prolongados cortes de suministro eléctrico, el Gobernador de Santiago, Claudio Orrego, junto al…

2 semanas hace