Mario Aguilar, candidato a constituyente: “La actual Constitución no garantiza el derecho a la educación”

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Mario Aguilar, ex presidente nacional del Colegio de Profesores y actual presidente del Colegio de Profesores Metropolitano, estuvo en Diálogo Ciudadano de La Batalla, que dirige con su experiencia y conocimientos Hernán Calderón, presidente de CONADECUS.

Mario Aguilar es uno de los más importantes líderes de los profesores y profesoras del país, realizó sus estudios como profesor de educación física y luego como magister en educación en la Universidad de Chile.

Su capacidad dirigente y oposición a la dictadura militar le motivaron a participar durante los años 80 en manifestaciones de rechazo al régimen, vinculándose además a movimientos ecológicos.

El año 1992, participó como candidato en las elecciones municipales de la comuna de Macul, logrando ser electo como concejal en el período 1992-1996.

Autor de varios libros, y ponencias, además de ser invitado a distintas conferencias y charlas, Aguilar impulsado por los profesores y profesoras que le han respaldado como dirigente en el Colegio de Profesores, aspira ahora a ser protagonista en la elaboración de la nueva Constitución, siendo constituyente en representación del Distrito 8. 

Aquí dejamos la síntesis escrita habitual de algunos pasajes de la entrevista.

Usted hace algunos años señalaba señalaba que “La Educación estandarizada está agotada”, el sistema educativo chileno dejó atrás su espíritu formador, para centrarse en una concepción educativa que funciona con la lógica de ranking y competencias. ¿Ha cambiado en algo esta realidad del sistema educativo chileno?

«No, no ha cambiado, ese diagnóstico está totalmente vigente y es más, durante el gobierno este de Piñera con la ministro Cubillos, con Gerardo Varela, nadie se acuerda mucho de él pero fue también un abogado empresarial que llegó, dirigió unos meses, habló harta tontera, no dejó nada y se fue. Después llegó la ministra Cubillos y ahora Raúl Figueroa y todos son cortado con la misma tijera, como decía mi abuelita. Porque primero son abogados los tres, nada que ver con educación, nada que ver.»

«El actual Ministro de Educación es abogado con master en derecho empresarial y uno se pregunta altiro qué tiene que ver este señor con un cargo tan importante, que tiene la responsabilidad de dirigir la educación chilena. Y esa lógica estandarizada, la lógica que la educación es un bien de consumo, en palabras textuales de Piñera, esa declaración tan brutal, tan terrible para los que somos educadores, porque para nosotros la educación no es eso obviamente, no es un producto, no es algo a consumir. La educación es un derecho social, la educación es un elemento clave en la formación de las personas y en el desarrollo de la sociedad.»

Mario, la educación que aparece garantizada en la actual Constitución, sabemos que tiene una letra chica, que la hace clasista y profundamente desigual. ¿Cómo hay que abordar el cambio en la nueva Constitución, que permita terminar con esta concepción mercantilista?

«La actual Constitución no asegura el derecho a la educación. Primero, hay muy poco dedicado a educación en la Constitución, y lo poco que hay, lo que asegura es lo que se llama eufemísticamente libertad de enseñanza, que en realidad es libertad de emprendimiento para colocar negocios educativos.»

«No está definido el derecho a la educación en la Constitución, pero sí se define la libertad de enseñanza, que es la libertad de negocio educativo. Y ahí hay numerosos fallos de la Corte Suprema, Tribunal Constitucional, durante todos estos años, donde proclama que el derecho a la libertad de enseñanza está por sobre el derecho de los niños y niñas a educarse. Cuando ha habido expulsiones de estudiantes, cuando ha habido distintas situaciones donde organizaciones, padres, apoderados, profesores, han presentado requerimientos a los tribunales, los tribunales sistemáticamente dicen: constitucionalmente la libertad de enseñanza asegura el derecho del sostenedor a hacer lo que quiera. Porque Él tiene una suerte de propiedad sobre esta comunidad educativa y eso es tremendamente nefasto y no está asegurado el derecho a la educación.»

Si es elegido constituyente, ¿a quién tendrá como referente para su gestión?

«Yo entiendo que nosotros debemos ser mandados por la base social que representamos, en este caso el Distrito 8. Y por lo tanto, yo le voy a responder primero a los profesores, que es mi mundo, ellos me han proclamado candidato, me han levantado. Y también a las asambleas y cabildos territoriales, barriales, todo lo que sea la expresión ciudadana en el distrito, y eso para mí va a ser vinculante. Lo que definan las asambleas barriales, cabildos, organizaciones vecinales, sociales etc., tiene que ser un mandato para el constituyente, esa es la concepción que tengo.»

«De hecho yo voy a proponer y creo que vamos a coincidir con muchos constituyentes, que si nos va bien a los movimientos sociales que es lo que esperamos y elegimos una buena cantidad de personas, nosotros vamos a proponer en el reglamento, que es lo primero que discute la convención constitucional, que sea obligatorio que se promueva la organización de asambleas en los territorios y en los barrios, y que esas conclusiones de esas asambleas sean vinculantes para los representantes territoriales.»

«Nosotros le tenemos que rendir cuenta a la gente y a la ciudadanía, no a los empresarios, no a los poderes, no a los grupos económicos, no a la clases política. Nosotros le tenemos que rendir cuenta y ser expresión de lo que señale la ciudadanía. Y como sabemos que hay constituyentes que los están financiando los grandes empresarios, los partidos, los poderes de este país, nosotros tenemos que dar vuelta la cosa, y obligarlos a responderle al pueblo y a la ciudadanía, y no responderle a los que los han financiado. Para mí eso es sagrado, es fundamental dentro del actuar constituyente que vamos a tener durante el tiempo que tengamos esa función.»

Hoy día sigue habiendo una controversia y parece que todo lo que propuso el ministro (de educación) se viene al suelo. Por lo tanto ¿qué piensa de la insistencia obsesiva que ha tenido el Ministro de Educación Raúl Figueroa, respecto del retorno a clases presenciales, cree que están las condiciones para volver?

«El curado porfiado le dicen al ministro Figueroa. Bueno la verdad es que era tan previsible lo que iba a pasar, era tan evidente que el retorno a clases era un riesgo enorme. Primero, que la gran mayoría de los apoderados no iba a mandar sus hijos al colegio y eso es lo que ha ocurrido. La gran mayoría de los colegios no están funcionando presencialmente, están con clases, porque nosotros nunca hemos dejado de hacer nuestras clases y de cumplir con nuestras responsabilidades de atender a nuestros estudiantes, nunca, ni en el momento pick de la pandemia ni ahora que se reinició el año escolar. Hemos seguido atendiendo a nuestros estudiantes, pero hemos dicho con toda claridad que el riesgo de reabrir los colegios es muy grande, y que con nuestros niños, niñas, adolescentes, no se juega, no se pude experimentar, a ver probemos a ver si se contagian no.»

Hay personas que me han comentado que han tenido el COVID y me dicen que tienen problemas de audición, de concentración, la vista también les afecta. Que tiene efectos no solamente hasta cuando tú te recuperas, sino que posteriormente cuesta volver a la normalidad nuevamente. Por eso que parece aventurado esa insistencia del Ministro.

«Muy aventurado , muy irresponsable. Hemos perdido un año de clases presenciales y eso generó una crisis importante. Yo lo digo con claridad, esta es la más grande crisis en la historia de Chile de la educación, porque nunca, ni para terremotos, ni catástrofes naturales, ni para el golpe de Estado, ni para momentos de guerra civil en Chile, nunca las clases estuvieron suspendidas un año y los colegios cerrados un año. Entonces ha sido una crisis muy grande, que los primeros que la hemos enfrentado hemos sido los profesores, profesoras y trabajadores de la educación. Si hemos estado tanto tiempo, qué tan difícil, qué tan tremendo puede ser esperar unos dos meses más e irnos con cautela, irnos piano piano, con cuidado, con prudencia, porque se trata de la salud y la vida. Y esperar que pase esta ola dura. Entonces por qué forzar, por qué insistir en esta idea tan irresponsable, arriesgando a nuestra gente. Cuando un par de meses más no va a ser una tremenda diferencia, si nosotros sabemos que cuando se reabran los colegios con comillas normalidad va a ser un trabajo bien pesado, duro, poner al día , recuperar, nivelar, sabemos eso, además sabemos cómo hacerlo.»