


Los Juegos Panamericanos Santiago 2023 le hicieron bien a nuestra estresada, endeudada y polarizada sociedad. ¿Quién, si no el deporte, puede unir y sanar a un país? Todos recordamos que esta fue una verdadera catarsis deportiva, un estallido social distinto: esta vez, la ciudadanía salió alegremente a las calles para apoyar a sus representantes.
Asimismo, los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023 nos dejaron claro que el deporte paralímpico es de alto rendimiento, y no “especial” o “limitado”, como algunos erróneamente lo calificaron durante los días de competencia.
En esta magna cita del deporte internacional, nuestra comuna tuvo una representante digna: Nicole Baeza, atleta paralímpica, vecina del sector de Rinconada de Maipú, específicamente en Avenida Tres Poniente, en la Villa del Sol.
Del aula a la pista: una vida entre estudios y entrenamientos
Esta destacada deportista maipucina estudió la secundaria en el Colegio Carolina Llona, donde fue eximida del ramo de Educación Física debido a su discapacidad visual. Luego, en el Colegio Hellen Keller de Ñuñoa, estudió la carrera de Masoterapia. Actualmente, cursa el segundo año de Pedagogía en Educación Diferencial con mención en personas ciegas y retos múltiples en la UMCE, y con gran esfuerzo compatibiliza su vida académica con el deporte, sin recibir grandes aportes económicos.
En 2024, recibió una beca de alimentación del comité respectivo, que no cubría todos los suplementos indispensables para su disciplina.
Baeza ha participado en pruebas de 100, 200, 400, 800 y 1.500 metros. Luego de una lesión sufrida en 2023, se dedicó al lanzamiento de la jabalina. Ese mismo año, se acercó a la Municipalidad de Maipú para solicitar un lugar de entrenamiento en el Estadio Santiago Bueras, pero finalmente fue derivada a un recinto de la PDI -apto para la práctica de esta disciplina-, gracias a gestiones del Departamento de Deportes y Recreación.
Entrenar sin cancha: la lucha por espacios dignos
También ese año, debido a la falta de guías con nivel de competencia —una responsabilidad que el Comité Paralímpico ha descuidado desde hace tiempo—, tuvo que buscar apoyo mediante redes sociales municipales, logrando contactar a un compañero dispuesto a colaborar.
Actualmente, no entrena en la comuna, aunque antes lo hizo en el Polideportivo Martín Vargas y en el Gimnasio Santiago Bueras. Sin embargo, la falta de equipamiento y el alto nivel de ruido de este último —un factor crítico para una persona con baja visión— la alejaron de estos espacios. Otras comunas como Pudahuel y Puente Alto le han abierto sus puertas a lo largo de sus diez años de trayectoria.
En 2025, recibió una beca de la Municipalidad que le ha servido para adquirir infraestructura personal, como una trotadora y otros implementos esenciales.

Nicole recalca que es la única mujer ciega que practica atletismo en Maipú y, por ello, cree que las autoridades deberían dar mayor seguimiento a su carrera. Fue especialmente doloroso el desaire con la llama olímpica, cuando otra atleta —de otra localidad— fue elegida para portar el fuego sagrado del deporte en la comuna.
Récords que inspiran
Entre sus logros más destacados está la medalla de plata en el lanzamiento de jabalina categoría de ceguera total «T12» (Récord nacional) en el Grand Prix de Paraatletismo 2023, realizado en México.
Además, participó nuevamente en el Grand Prix Xalapa 2024 con excelentes resultados: obtuvo el primer lugar en los 200 metros planos clase T12 (Récord nacional) en esa prueba, y consiguió el tercer lugar en los 100 metros planos clase T12. 🏅🥉


Además, en los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023, alcanzó el cuarto lugar en los 100 metros T12 con un tiempo de 13.94 segundos (Récord nacional), tras clasificar en su serie. Tristemente, al no conseguir una medalla, quedó fuera de mayores subsidios.
“Fue una experiencia única, la recuerdo con cariño. Fue un evento muy bien organizado, y además se realizó en casa. Como deportista, una se siente muy acompañada y motivada”, recuerda.
Su próximo gran desafío son los Juegos Parasuramericanos de Valledupar, Colombia, en 2026, donde espera obtener un buen resultado. Sin embargo, la falta de un apoyo más consistente a veces la desanima:
“Creo que por este motivo mi carrera se ha estancado, cuando pude haber tenido mejores resultados. Hoy necesito apoyo en la alimentación, mejores suplementos y auspicios de marcas deportivas, especialmente de zapatillas. También necesito ayuda de un community manager para que administre mis redes sociales, porque es fundamental visibilizar mi carrera y conectarme con auspiciadores”, clama la deportista.
Ni likes ni promesas: el deporte sigue siendo el pariente pobre
Lamentablemente, el deporte ha sido siempre el pariente pobre del Estado. Muchos dirigentes y políticos se han beneficiado de él, mientras los atletas deben luchar por lo mínimo. Las medallas no se pierden el día de la competencia por azar: se pierden antes, por malas gestiones, por malversaciones y por la baja prioridad que se le da al deporte.
En Chile, ser deportista es más una condena que una profesión. Las tribunas mediáticas son escasas, la infraestructura es deficiente y los recursos, extremadamente limitados. Basta recordar que en 2018 los deportistas paralímpicos debieron protestar en La Moneda exigiendo una asignación digna.
Por eso, las fotos y promesas de campaña ya no sirven. Hoy es el momento de apoyar de verdad a Nicole Baeza y a tantas y tantos deportistas que, como ella, no necesitan más “likes” ni palmadas en la espalda: necesitan recursos reales.
Como decía el destacado entrenador argentino Marcelo Bielsa:
«Quiéreme para ganar, no me quieras porque gané.»

José Antonio Lizana Arce es un escritor maipucino y periodista deportivo, autor de seis libros sobre la memoria deportiva en Chile.
Ceacheí. Palabra de campeón (2008), Rayando la cancha (2009), Mojando la camiseta (2010), Pisando la pelota (2014), Pelota en la(s) red(es) social(es) (2018) y Más allá de la cancha (2022).

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