Orquesta Juvenil Antonio Vivaldi: El ensueño de la interpretación por manos de jóvenes prodigios

Miércoles por la tarde y sábado al mediodìa una treintena de jóvenes y niños tocan, extasiados, según los acordes de las partituras señaladas por el maestro Luis Palma.

La variedad de sonidos contrastan con la solemnidad y profesionalismo con que cada músico le da vida al instrumento que tiene entre manos.

Cada semana el maestro músico continúa con esta tradición, desde octubre de 1998, cuando creó a la orquesta con el nombre de Antonio Vivaldi. “Le puse ese nombre porque el músico que nos rige fue violinista y concertista con niños.

Entonces, como yo me iba a dedicar a enseñar niños, ese nombre era el más apropiado”, señala el maestro y director de orquesta.

Recordando tiempos pasados, Luis Palma cuenta que la orquesta se inició con veintidós niños y tan sólo once violines para cubrir las necesidades de los precoces músicos. No obstante, y gracias al talento indiscutido de los integrantes, han participado en concursos con resultados brillantes: el año 2001 ganaron el concurso de la Fundación Andes, adquiriendo más instrumentos con el premio, con lo cual se duplicó el número de miembros de la orquesta.

Cabe señalar que los reconocimientos obtenidos no terminan ahí. Los años 2004, 2005 y 2007 ganaron tres concursos a nivel nacional y tocaron en el Teatro Municipal de Santiago: “el actuar en la orquesta es una muestra de gran esfuerzo, disciplina y amor propio”, revela emocionado el maestro.

Para ser miembro de la Orquesta Juvenil Antonio Vivaldi no es necesario ser un prodigio en el arte musical, pues ese es el resultado final después de pasar por los atriles de la orquesta. Los integrantes son estudiantes provenientes, en su mayoría, de colegios de Maipú, Cerrillos y Padre Hurtado, sumando en total 110 músicos que se dividen en dos ramas: los miembros de la orquesta que dirige Luis Palma tienen entre doce y veinticuatro años y tocan profesionalmente, mientras que en la rama inferior -a cargo de Carolina Osorio- se enseña el uso de los instrumentos a niños entre siete y once años.

El financiamiento de esta orquesta es principalmente gracias a concursos, en los cuales han tenido participaciones destacadas debido a la calidad en la interpretación de las melodías. No obstante, mensualmente se autofinancian a través de cuotas básicas que cancela cada miembro, con el fin de obtener fondos comunes para mantener y reparar instrumentos, además de adquirir elementos necesarios al momento de ofrecer un concierto.

Entre sus participaciones destacadas se cuentan tres actuaciones ofrecidas en el Teatro Municipal de Santiago, además de presentarse en la Universidad Técnica Federico Santa María, en la Quinta Vergara y durante el Encuentro Nacional de Orquestas.