Por Álvaro Méndez.
Fotografías de Gabriel Padilla*.
“Es prácticamente el Alexis Sánchez del graffiti”, nos cuenta SKAR – uno de los pioneros en introducir esta disciplina a las calles de Maipú hace un par de décadas atrás – al referirse a HERZ, mientras observa con mirada llena de orgullo y un dejo de nostalgia a Alexis Mariqueo, artista plástico, muralista, pintor, dibujante y sobre todo joven Mapuche lleno de talento quien se ha convertido a costa de puro trabajo en uno de los grandes referente del graffiti en Chile. Herz además es maipucino y a sus 27 años se anota una serie considerable de hitos, de logros y potentes historias. Nos recibió mientras intervenía un muro cercano a la intersección de Av. Pajaritos con Nueva San Martín y en ese contexto hablamos de sus motivaciones, viajes y reconocimientos, de su compromiso con la cultura y con los jóvenes, de sus sueños, esperanzas y lecciones aprendidas…
¿Cuándo y de qué modo nace tu interés en el dibujo y la pintura?
Desde pequeño siempre fui bueno para el dibujo aunque eso a nadie nunca le llamó la atención, nadie reparó en aquello o me dijo “oye ahí tienes un talento que hay que desarrollar” además no vengo de una familia ligada al arte, mis padres son Mapuche que llegaron desde el sur a Santiago principalmente a trabajar entonces no tenían un vínculo o interés con la dimensión artística. Fue mi hermano mayor que pintaba graffitisquien hizo que me interesara por las artes urbanas, me llamaba mucho la atención aquello que hacía así que fue absolutamente mi referente. Ya un poco más grande comencé a reunir dinero, a juntar mi platita para comprar materiales y simplemente me lancé a la calle sin saber teoría ni técnica ni nada, la práctica en los muros fue mi escuela. En mi adolescencia pasé por un período de depresión, fue como a los 13 ó 14 años y durante ese tiempo me refugié totalmente en el dibujo, estaba literalmente todo el día dibujando lo que se transformó en mi válvula de escape. Si bien esa época no fue muy grata allí pude desarrollar y perfeccionarme como artista, el punto al cual llegué una vez superado ese proceso de bajón emocional fue de una madurez tremenda en lo que respecta al dibujo y la pintura, pulido al 100%.
Las artes urbanas y sobre todo el graffiti parecen estar ligados profundamente al rap, ¿en tu caso existe esa conexión?
Estoy vinculado al rap, de hecho en la época de la que antes hablaba también practiqué break e intenté cantar pero fueron aspectos de esta cultura urbana que no me motivaron tanto como sí lo hizo el dibujo, ahí soy bien enfocado y prefiero hacer bien una cosa que muchas a medias; le dediqué total atención al muralismo y al graffiti, ambos me identifican en lo personal y también como artista, me vinculé a ellos de manera natural e intuitiva tanto así que hoy las siento como disciplinas totalmente propias.
Y el apodo HERZ, ¿cómo nace?
Viene del colegio, de una clase en que estábamos aprendiendo sobre electricidad, la típica materia en que te hablan de los megahertz, gigahertz y esas medidas… Me gustó el concepto hertz y lo adopté como seudónimo, sobre todo considerando que los graffiteros utilizan un apodo y no el nombre real, con el tiempo le saqué la letra T y así quedo lo que es hoy, HERZ, me apropié de esa palabra que además en alemán significa algo así como “corazón” así que me identifica esa dimensión repleta de sentimiento que pueda tener. Aunque más adelante creo que comenzaré a firmar con mi nombre real, quiero que me identifiquen como quien soy; Alexis Mariqueo.
Además de la influencia de tu hermano, ¿reconoces algún otro referente?
Si bien al comienzo me sentí influenciado por el trabajo de otros pintores, muralistas, graffiteros y artistas creo que el punto en que uno realmente comienza a crear es cuando simplemente eres auténtico y sacas lo que hay dentro de ti, es parte del camino que recorremos conociéndonos a nosotros mismos el encontrar referentes e influencias pero llega un momento – al que sinceramente no sé cómo llamar – en el cual te sientesabsolutamente cómodo, satisfecho, lleno, allí ya estás listo para proponer. Es fácil recrear, copiar o repetir lo que hace otro artista pero hacer algo propio es muy difícil, requiere harto trabajo, autocrítica y honestidad.
Es decir eres un artista principalmente autodidacta, hecho así mismo…
Si bien mi carrera ha sido principalmente desde una vereda autodidacta hace algunos años participé de una agrupación de artistas visuales en donde conocí a pintores y fotógrafos, allí adquirí nociones más teóricas de aspectos como el color o la perspectiva e incluso me acerqué a la pintura en tela, mundo dentro del cual no he parado más y que desde ese momento no dejo, de hecho hoy trabajo en una exposición que será exhibida durante octubre en el Teatro Municipal de Maipú.
Entre el muralismo y la pintura en tela ¿alguna de ellas en particular te hace sentir más cómodo?
Los 2 llenan mucho, aunque son diferentes técnicas e implican un diferente contexto; La pintura sobre tela la trabajo tranquilamente en mi casa y prácticamente en total soledad en cambio el mural es en la calle, mucho más expuesto en varios sentidos e incluso con gente observando. Ocurre con el muralismo y graffiti que el lugar que estás pintando es quien sugiere qué hacer, el muro me dice qué necesita y eso hace diferente el proceso de composición en cambio al pintar un cuadro el desarrollado es muy diferente, allí hay mayor introversión. En la calle además hay menos recursos y materiales, prácticamente recurres a lo que tienes a mano y debes utilizar más el ingenio e improvisación, pintando una tela el proceso es más pausado, reposado.
Gracias a tu trabajo te ha tocado viajar mucho, ¿es muy difícil encontrar financiamiento para solventar estos viajes y los materiales que requieres?
He viajado a Buenos Aires, Perú y el último tiempo principalmente a Brasil donde siento que se valora mucho mi trabajo al punto de haber recibido una medalla de honor en el municipio de Osasco,en Brasil el 2011 tuve la oportunidad de estar pintando en una favela, de compartir con la gente, una experiencia que me marcó muchísimo. Hoyya estamos proyectando también una visita a Concepción en febrero del 2016 al festival ConceGraff y trabajando en concretar un viaje a Francia, desde donde fui invitado a intervenir y pintar algunos muros. En cuanto al financiamiento hay varias vías; a través de fondos y concursos públicos, el municipio de Maipú aportó el pasaje a una de las visitas a Brasil, por supuesto está el apoyo de las marcas y tiendas que me auspician y muchísima autogestión, harto trabajo muy a pulso. Actualmente estoy auspiciado por una tienda de graffiti llamada DAKING (www.daking.cl) donde me proveen de materiales, spray y latas, además me auspicia la tienda SUBCOMPLOT (www.subcomplot.cl) quienes me apoyan con ropa y también con difusión. Muy agradecido del apoyo y la confianza de ambas, es súper importante la ayuda que ofrecen.
¿Te acomoda moverte como artista solitario o incorporas una visión más colectiva?
Veo que hay un poco de ambas… En esta disciplina todos trabajamos mucho por separado pero eventualmente generamos instancias de diálogo y colaboración, de trabajo en conjunto que es sumamente importante, siempre que se unen personas tras un objetivo el resultado es más grande que si lo buscas de manera individual. Ahora mismo la exposición que montaremos en el Teatro de Maipú considera incluir el trabajo de otros 3 artistas, con este tipo de colaboraciones se generan lazos y por supuesto que ayudan a llegar a más gente y más lugares. Acá en Chile hay muy buenos artistas urbanos y generar alianzas entre nosotros siempre resulta positivo para todos.
Tienes un arraigo muy profundo con Maipú y conoces la comuna desde la calle, ¿cómo la ves a nivel cultural?
En la comuna el desarrollo cultural está muy en pañales, lo veo al comparar con ciudades y municipios internacionales a los que he ido, hay falencias evidentes pero ahí creo que los artistas somos los llamados a llevar la tarea adelante, tenemos que sacar la cara organizándonos, colaborando, generando alianzas y abriendo espacios. En mi caso por ejemplo estoy trabajando en la creación de un centro cultural íntegramente dedicado al arte urbano y las artes plásticas, que incluya además todo aquello que tenga relación con artes visuales, enfocado a entregar herramientas concretas a niños y jóvenes que se interesen y tengan talentos en estas áreas, ellos son el futuro así que es necesario entregarles las oportunidades y conocimientos que uno no tuvo, así haremos más corto el proceso para que den el salto como artistas. Con este espacio pretendo además abrir puertas a referentes nacionales e internacionales y que no solamente vengan a exponer su trabajo sino que a entregar conocimientos, a dictar charlas, eso es algo que falta en la comuna a nivel general, que diferentes artistas consagrados vengan a enseñar y traspasar sus experiencias. En relación a la comuna y gracias a una iniciativa de SMAPA actualmente estoy trabajando en el proyecto “Pinta tu copa en Maipú”, es una instancia para hermosear y educar a través de murales e intervenciones artísticas a los vecinos de la comuna, ya pintamos “Lautaro”, un estanque de agua ubicado en la Ciudad Satélite.
Y respecto a tus raíces mapuche, ¿De qué modo vives ese vínculo?
Siento una gran conexión con la cultura de mis ancestros, el último tiempo he estado estudiando e investigando mucho al respecto, reconectándome con esa historia. Mis murales siempre han incluido elementos Mapuche los que han surgido súper naturalmente; El pájaro, algunos símbolos e iconografía, prácticamente son elementos que tenía incorporados y de los que recién ahora percibo su origen y significado, son parte de mis raíces y desde allí fluyeron. Junto al músico Mapuche y maipucino Camilo Antileo también estoy comenzando a colaborar, estamos generando lazos, planeando algunas intervenciones y desarrollando ideas que mezclen las artes visuales, la música y por supuesto la sangre que compartimos.
¿Qué mensaje entregarías a quienes se inician en el arte y sienten que es la vereda desde la cual pretenden aportar al mundo?
Somos jóvenes, tenemos fuerza y hay que darle siempre para adelante, mantener viva la certeza que el trabajo hecho con el alma siempre trae frutos. En lo personal jamás imaginé que la pintura me llevaría tan lejos, a hacer todo lo que hoy hago pero simplemente me entregué a esa vocación, recuerdo a mis papás que cuando chico me retaban por estar siempre lleno de pintura y gastando mi plata en ellas y hoy están contentos de lo que la pintura me ha dado, puedo vivir de este trabajo, viajar y conocer gente así que les demostré que mi convicción fue más fuerte que sus retos. Crean firmemente que los sueños se cumplen con trabajo, dedicación y perseverancia, la vida así me lo ha demostrado, no existen los imposibles.
El trabajo de Herz puede ser revisado en:
* Fotografías 1 y 2: www.instagram.com/herz1.cl
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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