
El problema de la patrulla es que sus ideas no son necesarias en el Chile de hoy. La coyuntura post movimiento estudiantil y casos como La Polar y colusión de farmacias ha permitido virar la sensibilidad nacional hacia la izquierda (tal vez hacia el centro, en un país de extrema derecha como el nuestro, el centro se interpreta como izquierda). Las ideas fundamentales de la derecha neoliberal no se sostienen más.
Si bien es cierto, los políticos tienen más vidas que un gato, no es menos cierto que sufren fracasos insospechados y de variado origen. Este es el caso de las eternas promesas de la derecha chilena post dictadura.
A comienzos de la década de los noventa, Renovación Nacional parecía hacerle honor a su nombre ofreciendo rostros nuevos al panorama político. Era la llamada “patrulla juvenil”, integrada fundamentalmente por Andrés Allamand y Evelyn Matthei. Ninguno de ellos era cien por ciento advenedizo en política. El primero había sido dirigente estudiantil secundario en los setenta y tuvo un rol protagónico en el proceso negociador del paso de dictadura a democracia. La segunda es hija del General Fernando Matthei, el último integrante en sumarse a la Junta Militar.
Evelyn Matthei, junto a Sebastián Piñera, se perfilaban como cartas ganadoras en las elecciones presidenciales de 1993, sin embargo se fagocitaron a sí mismos. El escándalo estalló en agosto de 1992, conocido como PiñeraGate, se trató de un episodio de espionaje telefónico que reveló una conspiración televisiva de Piñera contra su compañera de partido Matthei, refiriéndose en términos vulgares y agresivos hacia la actual Ministra del Trabajo. Este hecho simplemente pulverizó las aspiraciones presidenciales del hoy Presidente de la República y mandó a la Matthei al partido vecino, la UDI. Así entonces un mediocre Frei (siempre ha sido un candidato discreto) logró ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta, con mayoría absoluta.
Veinte años después, la patrulla juvenil vuelve a perfilarse como seguros candidatos de una atribulada derecha. La UDI quiere a Matthei como candidata de consenso mientras RN no quiere bajar la opción de Allamand. Pero los destinos se vislumbran nefastos para cualquiera de los escogidos. Tienen la madurez necesaria, tienen la experiencia necesaria y el apoyo de su coalición. El problema de la patrulla es que sus ideas no son necesarias en el Chile de hoy. La coyuntura post movimiento estudiantil y casos como La Polar y colusión de farmacias ha permitido virar la sensibilidad nacional hacia la izquierda (tal vez hacia el centro, en un país de extrema derecha como el nuestro, el centro se interpreta como izquierda). Las ideas fundamentales de la derecha neoliberal no se sostienen más. Es mentira que el crecimiento por sí mismo asegura el bienestar de los pueblos, este debe venir acompañado de mejoras en el índice Gini. Es falaz la sensación de que cada cual puede ascender en función de su mérito y emprendimiento, mientras exista desigualdad de oportunidades (en buena parte explicadas por un sistema educacional y una planificación urbana hiper segregadas). Evidentemente las ideas de un Estado pequeño y subsidiario son cada vez menos populares en un país que desconfía del empresariado y demanda políticas públicas con criterios de solidaridad (prueba de esto son las críticas al sistema individual de capitalización de pensiones). En síntesis la derecha tiene perdida la batalla ideológica.
¿Qué hacer entonces cuando no se puede persuadir al electorado a través de las ideas?
En primer lugar no reconocerlo, los políticos reconocen sus errores cuando ya no tienen nada que perder. La URRS reconoció desviadas las acciones de Stalin en el Congreso General de 1956, cuando Stalin había muerto.
En segundo lugar tratar de impedir el colapso total, salvaguardando doblajes en el parlamento y negociando dentro de lo posible para impedir cambios radicales. Esto explica la apertura a discutir sobre el binominal. Es mejor cambiar algo con ellos adentro antes que una nueva constitución.
En tercer lugar eligiendo buenos candidatos, a sabiendas que no van a ganar.
* Profesor de Historia y Geografía. Maipucino.
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