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La hipocresía, el undécimo pecado capital

2 agosto, 2025 | 11:45 pm por Nelson Gallardo Ferrada

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Tiempo de lectura: 5 minutos

Opinión

Por Nelson Gallardo Ferrada*

Nelson Gallardo Ferrada

Pienso que cuando Dios dictó los pecados capitales se olvidó de incorporar uno, que, a mi juicio, cuando se da en personas cercanas o mas aún, pertenecientes a doctrinas y dogmas cristianos, deberían ser considerados “Pecados Capitales”.

Hago esta reflexión a partir de un sentimiento muy personal que hoy día me embarga, por la partida de un amigo muy cercano, como lo debe haber sido de muchas otras personas, me refiero al Padre RAUL FERES SHALUP, fallecido el 29 de Julio Pasado a los 91 años de edad.

Lo conocí siendo yo muy niño en la década del 70, que se hizo realidad a través de mi hermano, muy cercano por años al Templo Votivo. Me case en el Santuario de Bellavista en la Florida y el padre Raúl bendijo mi matrimonio, al igual que el bautizo de mi hija. Estuvo presente en los momentos difíciles de la partida de mis seres queridos y fue un amigo muy presente hasta el día de su partida.

Padre Raúl Feres en el lanzamiento de su último libro.

Los 30 años que estuvo como Rector en Maipú, creo que todos conocen su historia, con hitos importantes como la visita del Papa Juan Pablo II, el término de la construcción del templo, obras importantes como la creación del Colegio de la Virgen del Carmen, donde ejerció como parte del directorio (a quienes no vi en su funeral) y por el cual lucho por conseguir el espacio que hoy tienen, en disputas eternas con el Voto Nacional, dueño de esos espacios como de todo el santuario, a las cuales lo acompañé siempre. El padre Raúl era una figura pública, con sus crónicas religiosas en El Mercurio que eran muy habituales y de quienes tampoco hubo un simple saludo en su partida, o de Canal 13 de Televisión, en donde era habitual los días domingos verlo realizar la lectura del evangelio dominical, también ausentes ayer en su partida.

Tampoco vi a alguien del Colo Colo, apasionado hincha y capellán, solo una foto del periodista Fariña en su Instagram de ayer.

Las redes sociales y algunos diarios digitales publicaron la noticia, destacando mas que su vida sacerdotal, los cuestionamientos de su conducta sacerdotal, seriamente cuestionada por su propia comunidad en Octubre de 2024, en un documento llamado PURIFICACION DE LA MEMORIA 1965-2024  (cito textual) “incurrir en conductas que transgredieron los limites corporales con una mujer mayor se edad, que están contra el sexto mandamiento”, asimismo la misiva declaraba que “los hechos acreditados no constituyen delito, se determina que son comportamientos inapropiados”.

Tal documento público, que esta disponible en la pagina de Schoenstatt y que cualquiera puede ver, aparecen mencionados además 7 sacerdotes, especificando sus gravísimas faltas y sanciones.

Muchos años antes, en 2016, se abrió este proceso investigativo en contra del Padre Raúl por parte de su comunidad, nunca hubo una denuncia formal a la fiscalía, pues el propio informe aludido de la comunidad de Schoenstatt señala “ que los hechos no eran constitutivos de delitos”, es más, se hace alusión a otras “supuestas denuncias”, que no perseveraron porque nunca hubo nada formal, nunca se investigó a fondo, ni en un tribunal penal y tampoco en un tribunal eclesiástico como corresponde a este tipo de denuncias, ni tampoco en las redes sociales o en funas, o en un simple rayado de muralla, en resumen nunca hubo nada que denunciara esta situación y el padre Raúl comenzó un peregrinar por una u otra casa de acogida de la comunidad, siendo alejado involuntariamente de su hogar definitivo que era la Casa de salud de los sacerdotes mayores de La Florida, donde curiosamente descansan o descansaron, algunos de los aludidos en el informe Purificación de la Memoria, sacerdotes que cometieron delitos, de connotación penal, denunciados a los tribunales eclesiásticos, etc.

Curiosamente el Padre fue desterrado de su domicilio, que había ayudado a levantar y solventar, pues con la ayuda de sus amigos (me incluyo), creamos una Fundación destinada a reunir recursos para apoyar a solventar los gastos de la Casa de salud de La Florida. Durante 8 años el padre fue destinado a hogares de la comunidad, primero en Las Condes, con la prohibición de realizar eucaristías públicas en el lugar, luego en Providencia, donde estuvo hasta su descompensación final que lo llevo a su muerte. Todos estos lugares con grandes comunidades y comodidades, pero acompañados de sacerdotes jóvenes, con una lejanía importante, pues la mayoría de ellos solo habitaban esos lugares como descanso, pues realizan labores en otros lugares. En los veranos lo acompañaba hasta Algarrobo donde era acogido por el padre Renzo (un cura galáctico) y se quedaba gran parte del verano en la casa sacerdotal y haciendo misas en las distintas parroquias del litoral Central, una vez terminado el verano, lo iba a buscar  para llevarlo a estos hogares. Nunca pudo regresar a La Florida con sus hermanos sacerdotes mayores, solo cuando se enfermó gravemente y en Providencia no estaban las condiciones ´para su cuidado.

Cristina Oyanedel con Raúl Feres

Nunca, desde que dejé de trabajar en una institución de educación superior de Maipú perdí contacto con el padre Raúl. Siempre estaba esa llamada desde su celular para saber de mi y de mi familia y por mi parte, buscar la instancia para pasarlo a buscar e ir a almorzar a algún lugar de Santiago, muchas veces en compañía de nuestra amiga Cristina, llevarle un libro de regalo o simplemente charlar de política y futbol, sus grandes pasiones.

En esos largos viajes en auto y en la confianza que nos teníamos, no por él ser un sacerdote, pues soy creyente pero no practicante, le pregunte derechamente sobre las acusaciones que pesaban en su contra y siempre obtuve la misma respuesta, “Nelson me decía, tu eres mi amigo y me debes creer, las cosas no son como se dicen, pude cometer errores, pero jamás dañe a nadie y lo que ocurre conmigo es una gran injusticia”. Pasaron por Schoenstatt 3 superiores y mas de 8 años de espera, donde el padre conto con la ayuda de un abogado maipucino amigo del padre, por uno de los sacerdotes expertos en derecho canónico de Chile y nunca llegaba la sentencia, el castigo o la sanción a la falta. 8 años es un tiempo exagerado para cualquier investigación y sanción, pero lo peor, fue que su comunidad no le creyó ni tampoco escuchó. Algunos se preguntarán si yo me acerqué a conversar este tema con alguien de la jerarquía de la comunidad, si lo hice, fue el Padre Miguel Kast, fue muy sincero y me pidió algo que recuerdo muy bien y fue “que bueno que seas amigo del padre, no lo dejes solo”.

Bueno, yo tomé la decisión de creer en mi amigo hasta el día de su muerte, traté de acompañarlo, pero no fue posible acercarse a él hasta después de su fallecimiento, no se podía ver en la casa de reposo, ni en la clínica de la UC, solo en su féretro. Todo tremendamente hermético, algunos honrando su memoria, pero con la culpa, me imagino, de haber callado. El padre lo único que quería, pues así me lo manifestó, era volver a La Florida, de no mediar su enfermedad estoy seguro que aún seguiría en el exilio de Providencia.

Después de vivir con gran dolor la partida de este amigo, pecador como todos nosotros, después de los homenajes y palabras de buen vivir de sus pares, después de las liturgias, donde estoy seguro no esperaban que la pequeña iglesia que eligieron para su responso final se llenara hasta abarrotarse, salí con la sensación de mi primer comentario al comenzar esta nota, muchos de los que ayer estuvieron y oficiaron, si Dios no se hubiera olvidado de agregar un undécimo pecado capital, tendrían mucho de que arrepentirse en sus conciencias. Si me preguntan la causa de muerte de mi amigo: Edema pulmonar y mucha pena…

Padre Raúl Feres compartiendo con la familia Gonzalez Oyanedel

*Nelson Gallardo Ferrada

Profesor de Historia

Maipucino de Nacimiento y Corazón

«La Opinión» es responsabilidad exclusiva de quien la da, y no representa necesariamente el pensamiento del diario la Batalla. Escriba su «Opinión Ciudadana» a diario@labatalla.cl para que sea publicada sujeto a la línea editorial.

Nelson Gallardo Ferrada

Licenciado en Educación

Profesor de Historia y Geografía

Maipucino

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Categoría: Comunidad, Destacados, Opinión

Comentarios

  1. Ivan villar dice

    3 agosto, 2025 a las 1:53 AM

    Que lamentable estimado profe Nelson tu columna y enterarme de todo esto . Nuestros caminos se vuelven a encontrar . Primero fui tu alumno año 1991 aprox. Liceo maipu cuando era liceo humanista y no la porquería convertida hoy ……. Y por otro lado también el padre Raúl bendijo mi matrimonio. Pregunté varias veces por él y no tuve respuesta hasta que por este medio me entero de su fallecimiento , del cual también pregunté de su velorio y funerales y tampoco tuve respuesta ….ahora entiendo . Felicito su columna y que el gran padre Raúl QDEP

    Responder
  2. Manuel Jara dice

    3 agosto, 2025 a las 1:42 PM

    Felicito al Sr. Ferrada. Su opinión nos muestra como debe ser un «amigo».

    Responder
  3. Carmen Gloria Guzmán Muñoz dice

    3 agosto, 2025 a las 2:11 PM

    El padre Raul Feres fue un gran Sacerdote, siempre pendiente de su comunidad y al servicio de su fe. Cuando se requería su apoyo, ahí estaba. Cuando se le necesitaba, agotaba los medios y estaba presente. Yo, maipucina de toda la vida, participaba de las misas que él celebraba, en el Colegio, en el Templo Votivo y en Liturgias privadas, en matrimonios y funerales. Compartí con él ayudándole en celebraciones litúrgicas con la familia Gonzalez Oyanedel. Sinceramente, me duele conocer su maltrato y falta de reconocimiento. Él se merecía estar con sus pares y amigos y no partir de esta vida sufriendo acusaciones que le provocaban mucho dolor y mucha pena. . Dios todo lo ve y todo lo sabe. Q.D.E.P. querido Padre Raúl F. Lo recordaré siempre.

    Responder
  4. Carlos Jara G. dice

    4 agosto, 2025 a las 4:53 PM

    Conozco a Nelson como también al recordado Padre Raúl, lo único que puedo agregar es, que donde se encuentre hoy tendrá justicia. que Dios lo tenga en su santo reino, gran persona muy humano.

    Responder
  5. Katia Collao dice

    5 agosto, 2025 a las 10:26 AM

    Que claras y sinceras palabras
    Conocí al Padre Raúl hace muchos años y siempre tuve y tengo el mejor de los recuerdos como amigo
    Le doy las gracias por dignificar al Padre Raúl
    Tengo Alianza de Amor con la Mater y llevo más de 55 años en el Movimiento y me dolió que su partida no tuviera la despedida que se merecía,la incomodidad de la Capilla tan pequeña para tanta gente que asistió a presentarle sus respetos y cariño
    Falto respeto cariño y agradecimiento para un sacerdote tan querido y admirado por su labor y legado

    Responder
  6. Sandra Melo dice

    5 agosto, 2025 a las 4:30 PM

    Querido Nelson,
    Me uno a cada una de sus palabras y me siento enteramente identificada con usted. Tuve la gracia y el honor de haber sido también su amiga e hija espiritual, y él fue un gran amigo de mi familia.
    Pertenezco al mundo de los Bailes Religiosos y fui dirigente por muchos años, un espacio donde aprendí mucho de él. Fui su «secretaria personal», como me llamaba muchas veces, ayudándolo a redactar sus reflexiones del evangelio dominical para El Mercurio y otros escritos. Él vivía en Carrascal, en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Quinta Normal, y estaba a cargo de la Capilla Nuestra Señora del Carmen, donde hasta el día de hoy participo con mi baile.
    Nos acompañó en momentos de dolor, como la partida de mi hermano y mis padres, y en cada celebración familiar: cumpleaños, bodas de oro, bautizos, Navidad, Año Nuevo y Fiestas Patrias, siempre con su manta. Él siempre estaba presente. Como me decía, «comenzó a desgranarse el choclo» con cada partida.
    Lamentablemente, partió inesperadamente. Lo acompañé en su dolor y sufrimiento por las acusaciones injustas. Hablamos mucho, y traté de ayudarlo dando mi testimonio escrito al superior a través del sacerdote que lo defendía en derecho canónico. Hicimos muchas cosas, pero no nos escucharon. Prefirieron creerle a una persona mitómana y sinvergüenza.
    La última vez que conversé con él, ya resignado, me dijo: «Los perdono….. Lo dejo todo en manos de Dios y de la Mater». También, presintiendo lo que venía, me dijo: «No tengo miedo a la muerte, no tengo miedo de morirme».

    Como usted dice, me llamó la atención lo «tremendamente hermético» de su despedida. Una capilla pequeña y no en la iglesia principal. Siguieron castigándolo como si fuera el peor pecador, un delincuente. Pero qué se puede esperar si a Jesús lo trataron así. Hay personas que creen tener más derecho que Dios, más poder para juzgar. «Lo que le hacen a mis hijos me lo hacen a mí», así lo dijo Jesús.
    Mi padre y amigo amó a su Iglesia, a sus hermanos de comunidad, al Padre Fundador José Kentenich, a su patria y sus tradiciones (el folclore, toda la Piedad Popular: Bailes religiosos, Cantores a lo Divino, Cuasimodo) Amó su comuna de Maipú su Santuario, a su familia y a sus amigos, y sobre todo, amó fervientemente a la Virgen y a su hijo Jesucristo.

    También me queda la sensación de una GRAN INJUSTICIA hacia él.
    Su muerte fue provocada por TANTO SUFRIMIENTO.
    Que Dios lo tenga en su Santo Reino. Vivirá siempre en nuestros corazones, mi querido Padre y amigo Raúl Feres Shalup. ❤️🙏

    Responder

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