No sólo la alta temperatura reinante sofocaba el ambiente en la sala del Concejo Municipal de Maipú el jueves 9 de enero a las 15:30 horas, cuando se realizó una nueva sesión de este importante órgano.
Esta vez, una sala repleta de asistentes miraba hacia el estrado, donde se ubican los honorables concejales, siguiendo el desarrollo de los acontecimientos de acuerdo con la estructura de estas reuniones.
En el intertanto, inquietos personajes entraban y salían de la sala, particularmente algunos dirigentes y trabajadores despedidos, y también el jefe de gabinete Carlos Pizarro, quien tuvo un altercado al inicio de la sesión con uno de los dirigentes presentes (Miguel Jorquera) que posteriormente hizo uso de la palabra.
Pasada la revisión de la tabla y previo al tratamiento de los asuntos varios, se desató la controversia que reinaba en el ambiente, por el tema de los despidos de una cifra indeterminada de trabajadores a honorarios por parte de la Administración que encabeza el alcalde Tomás Vodanovic.
Hubo tiempo para una representación respetuosa de los dirigentes de los trabajadores desvinculados (o bien que terminaban su relación contractual, como dice la autoridad), la que no fue transmitida en la emisión oficial de concejos en el facebook del municipio.
Fue el presidente del Sindicato de Trabajadores a Honorarios de la Municipalidad de Maipú, Darío Díaz, quien criticó los despidos como injustificados, sin razones, motivados por represalias por haber denunciado distintas situaciones al interior del municipio (en alusión a la desvinculación del dirigente sindical Tito Albornoz).
“Muy buenas tardes a todos los concejales, a todos los miembros del concejo, al público en general, y agradeciendo la oportunidad que nos dan, nos referimos al tema que ya todos saben cuál es, el proceso de desvinculación de los trabajadores, también llamado no renovación de contratos. Entendemos que no tiene relación alguna la no renovación de contratos cuando un trabajador primerizo o primeriza, lleva un año, quizás dos de trabajo. Pero cuando lleva quince, veinte, veintidós, veintisiete años, el tema de no renovación de contratos no nos llena, no apreciamos que sea lo correcto.”
“Además que los trabajadores y sus familias, como siempre hemos planteado y lo hemos planteado al actual gobierno, se merecen un respeto en el sentido de que necesitan una explicación certera, la cual no tienen, y entendemos también que, como es obvio, este cúmulo de despidos va a generar a las actas municipales un desmedro muy importante de, a lo menos, once mil millones de pesos.”
“Además, en uno de los despidos hay un dirigente sindical con casi catorce años de servicio, lo cual también genera no la sensación, sino la visualización pública de una persecución sindical ”
Luego de que el alcalde Tomás Vodanovic respondiera de manera escueta, aludiendo a procesos de gestión dentro de los marcos legales «en base a una evaluación que cada director o directora del municipio hace» y que «por limitantes que tenemos como municipio, tenemos que tomar» dando por terminado el tema, anunció un receso para que los asistentes pudieran ir al baño y tomar aire.
Sin embargo, en ese momento, irrumpió con una dura y clara intervención el dirigente de Ferias Libres, Miguel Jorquera, quien aprovechó su exposición para interpelar a los concejales por su silencio, señalando que solo hablaban para decir “apruebo”.
“…Yo soy un ciudadano común y corriente, pero está pasando lo mismo que antes pasó con la señora Cathy (Barriga). Tanto que hablaron en contra de la señora Cathy, y ahora están haciendo lo mismo y ustedes calladitos. Ninguno de ustedes apoya a los trabajadores. Cada uno de ustedes me da vergüenza porque deberían haberse parado y haber apoyado a los trabajadores despedidos. Pero lo único que saben hacer es decir «sí, apruebo»…Ustedes salieron por el voto de la gente, no por el voto del señor alcalde. ¿A quién se deben?”
“… Y ustedes no hablan (apuntando al público presente), porque ya tenían que haber sacado la voz todos los trabajadores por sus familias, que son 200… ¿cuántos vienen a protestar?”
En ese momento inervino otro molesto trabajador, señalando que sacaban a trabajadores que viven en Maipú haciendo espacio para gente de otros lados, luego continúa Jorquera:
“Claro, después a lo mejor los 200 cupos van a ser llenados ¿Y quién paga las indemnizaciones? ¿El alcalde? ¿No sale del dinero del municipio, del dinero nuestro?”
“… Llevamos cuatro años con este alcalde, y otros cuatro años más con la señora Cathy. Fuimos pisoteados, seguimos siendo pisoteados. El alcalde no da la cara, da la espalda… ¿Dónde está el alcalde? Se fue, no escucha… Le digo al alcalde que ha sido injusto, usted despidió 200 familias.”
“…Espero que no sigan llenando los 200 puestos con gente de otras comunas. Si ustedes salieron ahí (añadió dirigiéndose a los trabajadores despedidos en la sala) revisen la lista. Hay comunistas disfrazados…Yo no pertenezco a ningún partido político porque los partidos son una porquería.”
Aquí un hecho anecdótico y paradojal: el reclamo de los trabajadores era apoyado por los concejales de oposición, los republicanos Karen Garrido y Edison Aguilera, y el RN Juan Carlos Prado, mientras los representantes oficialistas observaban los acontecimientos. Una escena llamativa, signo de los tiempos y del poder.
Como ya es una tradición, no podía faltar la invocación al fantasmal “comodín” de Cathy Barriga, los peluches y la gestión de la imputada exalcaldesa.
