Durante una clase, y a modo de introducción y motivación hacia un tema de la misma asignatura, se me ocurrió emitir una pregunta abierta a todos los alumnos de aquel entonces, les dije: ¿Quién de ustedes se siente con condiciones de ser un líder?
Me causó gran preocupación la respuesta obtenida. Ninguno levantó la mano, ninguno. Esto fue hace algunos años y generalmente lo repito en cada curso donde enseño a modo de testear las realidades. Siempre he trabajado en colegios donde llegan alumnos de sectores humildes y medios, de familias de esfuerzos y muchos de familias con serias deficiencias estructurales y recursos económicos muchas veces pequeños.
En palabras sencillas, trabajo con los hijos e hijas de nuestro pueblo, y he realizado esta labor a lo largo de ya 28 años continuados.
Siempre el resultado de esta pregunta es el mismo la primera vez que la formulo, siempre. Esto me lleva a la siguiente reflexión y análisis.
¿Qué está ocurriendo en nuestra juventud, qué pasa con nuestros adolescentes? ¿Por qué los jóvenes de los sectores mas pobres tienden a pensar de esta forma ?
Sin duda esto responde a fenómenos que van desde lo sicológico hasta lo sociológico, y guarda estrecha relación transversal con la idiosincrasia de nuestro pueblo, la cual es producto de la generación y arrastre histórico cultural, y está entrelazada con los factores educativos de nuestra realidad.
Nuestra gente joven es absolutamente permeable a los estímulos y guías que se entregan para bien o para mal en la educación formal, y mucho más en la educación informal. Basta con considerar el nivel de incidencia que los medios de comunicación tienen sobre toda la población, especialmente la juventud y adolescencia…
“EN ESTE TIEMPO, EL HOMBRE SE PARECE MAS A SU GENERACIÓN QUE A SUS PADRES”, eso lo dice el filósofo español José Ortega y Gasset, en el libro «La rebelión de las masas». Es la educación la que forma individuos en una sociedad, los moldea y los prepara para que en conjunto con las otras instancias de la misma sociedad, sirvan como individuos de provecho en su vida futura, sin duda de provecho, pero, ¿para quién? Y es aquí donde pretendo colocar el énfasis de este escrito.
Hoy día y cada vez más, nuestra gente, nuestro pueblo, nuestra juventud, no lee o lee muy poco. Me recuerdo una frase de la gran teóloga de la iglesia católica Santa Teresa De Jesús (1515-1582): «LEE Y CONDUCIRÁS, NO LEAS Y SERÁS CONDUCIDO». Esta es una parte del problema. La falta de lectura y la falta de interés por leer, la falta de interés por pensar, por analizar, por debatir, es alarmante, según mi apreciación.
Verdaderamente alarmante, más si consideramos que esta juventud es el mayor porcentaje de la población del Chile de mañana.
Debemos considerar que la lectura es además de un excelente ejercicio mental, una forma estupenda de abrir nuestro intelecto al conocimiento y darnos una visión más amplia del mundo y sus realidades.
En más de alguna situación me encuentro con la falta de manejo del leer, algunos alumnos de cursos superiores tienen deficiencias en la lectura de corrido y muchos más en la comprensión de lectura.
Entendiendo que es la educación formal la que cumple un rol preferencial en toda sociedad con respecto a su función formadora, y desde esta premisa, en toda sociedad, es parte activa del proceso de internalización de conceptos, conocimientos y valores en cada ser humano, entonces tendremos que la educación tiene la principal responsabilidad en el logro de los perfiles educativos que se cumplen en cada individuo.
Por consiguiente, en una sociedad capitalista la educación se convierte en uno de los factores de la hegemonía cultural, ese conjunto de elementos que esta sociedad aplica para que las clases dominantes procedan a «educar» a los futuros proletarios.
Es así que mediante una educación clasista y estratificada, en un sector de la sociedad se forman los futuros líderes y patrones; en otro, se forman los proletarios y peones. Y estos últimos aprenderán, desde la cuna, el sometimiento y la actitud de obediencia frente al poder establecido. La educación se convierte entonces en una herramienta moldeadora de mano de obra de la mejor calidad, mano de ovejas mansas, injusta total, porque por otro lado en otro sector es formadora de líderes dominantes.
La cuna y alma mater de las ideas neoliberales aplicadas, para ambos lados pero con sentido inverso, según corresponda, y convenientemente jerarquizada.
Así, la educación clasifica a los sectores sociales. Direccionando la potenciación de los valores y actitudes necesarios no para la patria sino que para el sistema imperante. Fortaleciendo las condiciones de líderes en su sector y reprimiéndolas en el sector popular
No creo que sea por mera coincidencia que tengamos solo un 12% de nuestra clase trabajadora afiliada a sindicatos. Esto responde a factores creados para ese objetivo.
De esta forma, con este proyecto educativo que cada día mas suprime las formas de estimular el pensamiento, suprimiendo EDUCACIÓN CÍVICA y reduciendo las horas de Artes y Educación Tecnológica, que evita el debate y la discusión, las clases proletarias están condenadas a ser clases proletarias, porque mediante un proceso educativo se creo en la mente del educando de extracción obrera y campesina la idea de subyugación, de «NO LIDER», de ENTE OBEDIENTE, que cumplirá una función determinada en un proceso productivo y será fácilmente manejable y no pensante..
Este paradigma: «EDUCACIÓN PARA FORMAR INDIVIDUOS PRODUCTIVOS , OBEDIENTES Y NO PENSANTES», es lo que considero éticamente maquiavélico y por supuesto condenable, este paradigma es el que tenemos que derribar, mediante un proceso educativo que motive al desarrollo del pensamiento en los seres humanos, al análisis, a la emisión de opiniones, a la tolerancia, al debate libre e informado. Eso es educar
SON LAS SOCIEDADES LAS QUE GENERAN LA EDUCACIÓN, Y ES LA EDUCACIÓN LA QUE GENERA LAS SOCIEDADES, por lo que una sociedad con marcado dominio de una clase se esforzará por que en las aulas de los colegios y escuelas de los sectores populares se eduque para generarle beneficios a futuro a esa misma clase social, a sus descendientes. Esto a sido siempre así y seguirá siéndolo, hasta que se genere un cambio, una fuerza que rompa esta estructura esquematizada y dogmática.
La educación con base clasista crea individuos fáciles de ser manejados, dirigidos, accionados, con intereses que favorezcan el sistema para que sean consumidores de los bienes y servicios que las empresas del sistema burgués generen, que sean presa fácil del consumismo, y vivan endeudados para poder pagar bienes que además de ser comprados a precios de robo, los mantengan endeudados y de rodillas frente a los poderosos empresarios y empleadores, que rechacen la asociación sindical, altamente temerosos de los mecanismos represivos con que cuentan los poderosos, temerosos de las leyes del Estado.
Nótese, digo «temerosos», no respetuosos. Eso les da una condición de inactividad y falta de solidaridad de clase.
La educación no es la única herramienta de la hegemonía cultural de una sociedad mercantilista y neoliberal, que se caracteriza por sus muchos modos de opresión. También lo es la religión.
Si bien es cierto respeto las ideas religiosas, y en general tengo una excelente opinión con respecto a la gente del pueblo, que tiene y practica su fe religiosa, porque yo también soy creyente, rechazo las estructuras religiosas, porque les considero cómplices de un sistema inhumano que oprime a los pueblos del mundo y les da la inactividad y el conformismo.
La religión crea en los pueblos una sensación de esperanza en un mundo futuro, mas allá de la muerte, con una visión dicotómica y maniqueísta, nos enseña de un premio si somos buenos, dependiendo del concepto que tengamos de bueno. O sea, no ser sindicalista, no rebelarse, no crear sindicatos, no desarrollar ideas o proyectos políticos, volviendo a los humanos inactivos y expectantes de un mundo metafísico mas allá de esta vida
Además tiene el garrote en la mano para los que se rebelen, el infierno, un lugar terrible donde las almas de los que no obedecen y se rebelan serán enviadas, para un suplicio eterno. Situación que en muchos casos no era considerada si un individuo pagaba una determinada cantidad conocida como indulgencias, en la Iglesia Católica en el periodo medieval.
PAGA Y SERÁS PERDONADO, capitalismo con poder metafísico e injerencia teológica. En este mundo siniestro, el infierno, existe un demonio. Todas las religiones lo tienen, y con un conjunto de seres absolutamente jerarquizados por ambos lados. Así el pobre se mantiene sometido, no solo por su condición económica, sino también por una concepción internalizada desde la practica hasta la teología, desde la infancia y a través de generaciones… siempre dominando, siempre al lado de la clase dominante, siempre colocando a Dios Creador en la mesa del patrón, nunca del trabajador.
Así el ser humano se vuelve ser «HUMANSO», una réplica en borrador mal hecho de lo que significa un ser digno, creado a la imagen y semejanza de un Creador Superior.
Pienso que una educación debe ser igualitaria, gratis y de excelente calidad de igual nivel para todos, absolutamente todos los sectores de una sociedad. Solidaria, formando valores solidarios y de integración y respeto en cada educando; completa, considerando el desarrollo integral del individuo, en todas sus áreas, científica, técnica y humanitaria, digo humanitaria, más que humanista…; motivadora para que el ser humano desarrolle su elevado nivel del pensamiento, que forme individuos que sean analíticos y reflexivos, que sean pensantes, que sean conocedores de sus derechos, que sean integradores y opinantes… que potencie los valores de solidaridad y libertad.
* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Industrial. Vive en Ciudad Satélite.
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Aún después de seis años, el mensaje de este respetado profesor, sigue tan vigente como lo fue el momento que lo inspiró.
La realidad puede no haber cambiado, pero no dejemos de pensar, de disentir, de soñar