Ley de Fármacos II: la oportunidad de frenar el abuso al bolsillo de los enfermos

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Hoy se vota en la comisión de Salud del Congreso la Ley de Fármacos II. «Lamentablemente, con lo presentado por el gobierno hasta hoy no basta para empezar a avanzar en soluciones reales a este problema», opina Fernando Reyes, médico, militante de Revolución Democrática Maipú, quien presenta algunas medidas, como limitar los precios abusivos de los medicamentos mediante regulación directa por las autoridades sanitarias.

Por Fernando Reyes*.

Chile es de los países con mayor gasto de bolsillo en salud dentro de la OCDE, lo que se debe, en parte, al alto gasto en fármacos que realizan las familias de manera permanente. Es por esto que en los últimos años en el debate público se ha venido develando la necesidad de garantizar o mejorar el acceso a medicamentos.

Una de las medidas impulsadas por el actual gobierno en esta dirección es una plataforma virtual de comparación de precios, con el objetivo de que las personas tengamos mayor información a la hora de comprar medicamentos. De esta manera, se podría pensar que Maipú, al encontrarse dentro de las comunas con más farmacias de la región metropolitana, se vería más beneficiada con esta medida. Ahora bien, esto no es así, ya que la política no apunta al problema principal que tiene que ver con los precios de los medicamentos y las prescripciones médicas, por lo que nuestra comuna se sigue encontrando lejos de asegurar un óptimo acceso a medicamentos.

Actualmente se discute en el congreso la ley de fármacos II. Lamentablemente, con lo presentado por el gobierno hasta hoy no basta para empezar a avanzar en soluciones reales a este problema. Sin embargo, es necesario aprovechar este momento para dar una discusión más de fondo. En ese sentido, el diputado de Revolución Democrática, Miguel Crispi, ha presentado indicaciones en la comisión de salud que apuntan al centro del problema.

Primero, propone limitar los precios abusivos de los medicamentos mediante regulación directa por las autoridades sanitarias. Esto se realiza en países como Canadá, España o Australia y ha mostrado ser altamente eficaz independiente de sus mecanismos (bandas de precio o topes máximos de utilidades, entre otros). Además, sostiene que la ley debe garantizar la disponibilidad de medicamentos genéricos, evitando los habituales quiebres de stock.

En segundo lugar, las indicaciones proponen la obligatoriedad de los médicos de recetar a través de la denominación común internacional del fármaco, de tal manera que los pacientes tengan siempre la posibilidad de optar libremente por el medicamento original o su bioequivalente.

Finalmente, las indicaciones también atacan la necesidad de regular los conflictos de interés que existen en la industria farmaceútica, transparentando la relación entre los médicos y la industria e impidiendo que esta última determine qué medicamentos son los recetados.

Será importante, por lo tanto, estar atentos a esta discusión, ya que de ser aprobadas estas medidas, estaremos dando importantes pasos para mejorar la salud de nuestra población.

*Médico, militante de Revolución Democrática Maipú.

[Fotografía de Hush Naidoo, en Unsplash].