
La Policía de Investigaciones (PDI) confirmó que Maipú figura entre las comunas más afectadas por los “turbazos” en la Región Metropolitana. El delito es encabezado por menores de edad y coordinado a través de redes sociales.
De acuerdo al reportaje de La Tercera, Maipú se encuentra entre las comunas con mayor cantidad de casos de “turbazos” en la Región Metropolitana durante 2025, junto a Pudahuel y San Bernardo, todas ellas en el sector surponiente de la capital.
Este delito —caracterizado por el ingreso masivo y violento a locales comerciales o viviendas para robar en cuestión de segundos— ha aumentado en frecuencia y sofisticación, con una preocupante participación de menores de edad.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, reconoció la gravedad del fenómeno:
“El turbazo es un fenómeno recurrente que ha estado sucediendo especialmente este 2025 en la Región Metropolitana, que tiene la particularidad, además de la violencia y el horario, de que su liderazgo está desarrollado por menores de edad”, señaló durante una actividad conjunta entre la PDI y la Fiscalía Metropolitana Oriente.
Maipú
Según cifras de la Brigada Investigadora de Robos Metropolitana, las diligencias relacionadas con este tipo de ilícitos pasaron de 45 en 2024 a 50 en lo que va de 2025.
En Maipú, la PDI registró una detención en flagrancia este año y cuatro órdenes particulares de investigación emitidas por la Fiscalía, posicionando a la comuna entre las más afectadas por esta nueva modalidad delictiva, ubicándose segundo en el siguiente Ranking:
- Pudahuel: 7
- Maipú: 6
- San Bernardo: 6
- Padre Hurtado: 3
- Santiago: 3
Reclutamiento en Redes Sociales
La preocupación no solo radica en la violencia de los hechos, sino también en la forma en que se están reclutando adolescentes a través de redes sociales.
Según la PDI, el reclutamiento de menores para participar en los “turbazos” se ha trasladado al entorno digital. En un comienzo, las bandas contactaban a jóvenes a través de WhatsApp, invitándolos a sumarse a los robos mediante grupos cerrados donde se coordinaban los puntos de encuentro y la distribución del botín. Con el tiempo, la dinámica se amplió a TikTok e Instagram, plataformas utilizadas para mostrar videos de los delitos, presumir ganancias o captar nuevos integrantes.
El subprefecto René Quintanilla explicó que en los teléfonos incautados a los detenidos se comprobó que los adolescentes “tienen conversaciones personales por esas vías”, donde comparten información sobre cómo ejecutar el delito, qué locales atacar y por dónde escapar.
“El perfil de estos sujetos es que son menores desde 13 años. Dentro de la investigación se logró establecer un patrón de captar menores.”
Esta exposición —agregó— transforma los turbazos en una “moda delictiva”, impulsada por la visibilidad y validación social que los jóvenes buscan en redes.
El subprefecto Quintanilla explicó además cómo hacer que los jovenes delincuentes dejen la «moda»:
“Que vean que las policías están haciendo bien su trabajo, que se detiene a las personas. Y es lo que hemos hecho. Esa es la forma de que disminuya”, remató.

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