
La historia del heavy metal cerró esta semana uno de sus capítulos más importantes. Ozzy Osbourne, ícono indiscutido del género y alma fundadora de Black Sabbath, falleció el martes 22 de julio a los 76 años, rodeado de su familia en su residencia de Buckinghamshire, Inglaterra.
El mundo del rock llora, apenas dos semanas después de haber ofrecido un último y apoteósico concierto de despedida en su ciudad natal, Birmingham. Aquel evento, que reunió a figuras de la talla de Metallica, Guns N’ Roses, Tool, Slayer, Pantera y Alice in Chains, terminó siendo su adiós definitivo a los escenarios… y a la vida.
“Con una tristeza que las palabras no pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor”, comunicó su familia a través de un comunicado firmado por Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis Osbourne.
Black Sabbath, la banda con la que redefinió el rock a fines de los 60 y que lo catapultó al estrellato global, publicó: “¿Dónde te encontraré ahora? En mi corazón”.
Sus últimas horas
Según reveló el Daily Mail, los intentos por reanimarlo se prolongaron por casi dos horas luego de que un helicóptero de emergencia aterrizara cerca de su mansión de campo, Welders House, a las 10:30 de la mañana. Vecinos del poblado de Jordans notaron la gravedad del momento. “Vi el helicóptero aterrizar cerca de la casa de Ozzy. Todos hablábamos de eso y temimos lo peor”, dijo uno de ellos de forma anónima.
Aunque su salud ya se encontraba debilitada por el Parkinson diagnosticado en 2019, el impacto de su muerte sacudió por completo todos los rincones del planeta de la música.
De leyenda viviente a mito eterno
John Michael Osbourne, nacido el 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, había encontrado en la música un salvavidas para una juventud difícil. De un entorno obrero y marcado por la dislexia y la hiperactividad, Ozzy se refugió en el sonido de los Beatles.
En 1968, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, fundó Black Sabbath. Con álbumes como Paranoid, Master of Reality y Sabbath Bloody Sabbat, el grupo definió un nuevo lenguaje sonoro: oscuro, potente, visceral. Más tarde, tras ser expulsado de la banda por su adicción a las drogas, Osbourne reinventó su carrera solista con discos como Blizzard of Ozz y Diary of a Madman.
A lo largo de su vida, se debatió entre la genialidad creativa y la autodestrucción, el cantante se convirtió en un símbolo de caos, honestidad brutal y resistencia.
Un adiós con gloria
El pasado 6 de julio, en Villa Park, Ozzy se despidió como vivió: con una ovación multitudinaria. Desde un escenario adaptado por sus problemas de movilidad, cantó por última vez acompañado de la formación original de Black Sabbath.
“Estoy orgulloso de lo que he conseguido con mi vida”, confesó tiempo atrás. Y sus seguidores también lo están hoy, sabiendo que el eco de los riffs que ayudó a forjar, será eterno.
«Los políticos se esconden. Solo comenzaron la guerra. ¿Por qué deberían salir a pelear? Dejan ese papel a los pobres»
Entre los muchos legados de Ozzy Osbourne, «War Pigs» permanece como una de las composiciones más potentes y vigentes del heavy metal.
Publicada en 1970 con Black Sabbath, la canción —cuya letra evoca imágenes apocalípticas, cuerpos ardiendo en campos de batalla y líderes políticos ocultos tras el caos— fue una crítica feroz a la maquinaria bélica y a quienes lucran con ella, particularmente en la Guerra de Vietnam (1955-1975).


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