Seguridad escolar… Un compromiso ineludible y muy necesario

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«No basta con realizar un simulacro una o dos veces al año solo por cumplir con una simple exigencia, se requiere una conciencia de compromiso con la prevención de riesgo escolar».

La Resolución N° 51 del 2013 del Ministerio de Educación, derogó el antiguo Plan DEYSE y colocó en su reemplazo el PLAN DE INTEGRACIÓN DE SEGURIDAD ESCOLAR, donde se entrega la responsabilidad de la seguridad escolar a los directores de los establecimientos educacionales de Chile.

El próximo 29 de octubre a las 11 am, se realizará en toda la Región Metropolitana, organizado por la Oficina de Emergencia del Ministerio del Interior ONEMI en coordinación con el Ministerio de Educación MINEDUC y la participación de todos los establecimientos educacionales que se inscriban, el tercer ensayo de SIMULACRO DE TERREMOTO.

Este operativo cuenta con el compromiso y gran apoyo de Carabineros de Chile, Bomberos, Asistencia Pública, Defensa Civil y los Equipos de Emergencia de las 34 Municipalidades que componen esta región. En el primero realizado en noviembre del 2013, participaron un total de 4.094 Unidades Educativas desde pre básica hasta educación superior, con un universo de 1.126.000 estudiantes, mientras que en el de marzo de este año, participaron 4.063 establecimientos con un universo de 1.006.842 estudiantes. Menos que la primera vez y consideremos que no fueron todos los establecimientos de la Región Metropolitana los que se inscribieron en ambos casos.

Personalmente me alarma esta disminución y falta de compromiso de muchos establecimientos. Somos el país con mayor grado de riesgo sísmico de todo el planeta.

Como Profesor coordinador y responsable del Comité de Emergencia y Seguridad Escolar del colegio, donde trabajo, he participado en todas las reuniones con estos estamentos ministeriales y en los simulacros anteriores y considero lo siguiente:

1° Se requiere de una exigencia legal que obligue a todos los establecimientos educacionales a tener vidrios inastillables e irrompibles. Una sola astilla de vidrio genera un accidente grave y un estudiante lesionado ocasiona un gran problema en una evacuación.

2° Es de suma urgencia que en cada Unidad Educativa, exista una cantidad proporcional de personal docente y paradocente altamente preparado en Seguridad Escolar; primeros auxilios, extinción de incendios, rescate y atención de emergencias y urgencias. En la proporción de la cantidad de alumnos y alumnas existentes, para esto debe realizarse a nivel nacional un plan de perfeccionamiento gratuito y obligatorio dado por diversos estamentos tales como las Mutualidades de Seguridad y las Universidades.

3° Debe existir un compromiso y una coordinación entre las unidades educativas y la comunidad que les rodea, esto es de vital importancia para asegurar a los estudiantes en las primeras horas de ocurrida una gran emergencia, pensemos que ante un sismo de gran envergadura es una realidad que mínimo un 50% de los apoderados, se movilizarán para ir a buscar a sus pupilos, esto significaría alrededor de unos 800.000 personas mínimo desplazándose en buses o automóviles en las ya muy estrechas calles capitalinas, por lo que los vehículos de emergencia no podrán desplazarse.

Por esto es fundamental que cada Centro de Estudios cuente con capacidad de autonomía como agua reservada y material de primeros auxilios y una RED DE APOYO COMUNITARIO ADYACENTE VECINAL Y EMPRESARIAL. Pueden ocurrir muchas horas en que cada colegio solo cuente con este apoyo.

4° Es imprescindible que se exija el cumplimiento en cada establecimiento del decreto n° 54 vigente desde el año 1969 emanado de la Ley 16.744 del año 1968, que exige la formación, permanencia y función del Comité Paritario. Una orgánica interna encargada de la Prevención de Riesgos en el lugar de trabajo. Con representación de la empresa y los trabajadores con la sola exigencia de tener cursos de prevención de riesgos laborales.

5° Debe ser una exigencia legal, la formación de un Plan de Contingencia Escolar y de un Comité de Emergencia y Seguridad Escolar en cada centro de estudios en todos los niveles, formado por personal docente, paradocentes, administrativos, auxiliares y cuando corresponda conforme a las características por alumnos y alumnas. Todos entrenados y debidamente organizados para enfrentar una situación de emergencia y urgencia.

Vivimos con la Espada de Damocles sobre nuestras cabezas, estamos adyacentes con la muy peligrosa “Falla de San Ramón”, tenemos vías de desplazamiento muy estrechas y ante un sismo de gran magnitud, tenemos la seguridad que se formarán graves tacos y colapsos del tránsito.

La seguridad es responsabilidad de todos y todas, desde el Estado de Chile hasta cada integrante de esta Nación. Debemos estar siempre preparados para enfrentar un sismo muy violento, eso evitará que las consecuencias sean mayores y más graves. Aquí es muy válido “MAS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR”.

Debemos educar a nuestras comunidades escolares y también a la comunidad en general, para estar en condiciones adecuadas de enfrentar cualquier situación. No basta con realizar un simulacro una o dos veces al año solo por cumplir con una simple exigencia, se requiere una conciencia de compromiso con la prevención de riesgo escolar. Esa es una responsabilidad ineludible e irrenunciable, la vida de nuestros niños, adolescentes y jóvenes es prioritaria y es responsabilidad superior.

Muchas gracias.