Somos fuerza y transformación: por una Constitución para Chile y para Maipú

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Opinión Ciudadana

El 18 de octubre de 2019 Maipú despertó y muchos vecinos y vecinas salieron a manifestarse en diversos puntos de la comuna cansados de observar como la desigualdad se perpetúa en nuestro país y beneficia a unos pocos a costa de la gran mayoría. Esos mismos vecinos y vecinas, junto a miles de chilenos y chilenas,  abogaron por la restitución del poder constituyente al pueblo de Chile, remecieron los cimientos más arraigados de nuestro sistema y lograron lo imposible: el inicio del proceso constituyente.  

Luego del acuerdo constitucional, las mujeres feministas levantamos la voz para luchar por la representación igualitaria de hombres y mujeres en la convención constitucional. Tuve el honor y la oportunidad de redactar la propuesta de paridad y luchar incansablemente en el Congreso para lograr nuestro objetivo: tener el primer órgano constitucional paritario del mundo.  

Con la victoria del “Apruebo” hicimos historia y hoy empezamos a escribir un nuevo capítulo para llegar a la Convención y escribir una nueva Constitución. Es tiempo de dar un paso al frente y ser protagonistas de este momento histórico que cambiará el rumbo de nuestras vidas y de las futuras generaciones y con la misma convicción que luché por la paridad, lucharé por elaborar una Constitución escrita sobre la base de los principios de igualdad, justicia y solidaridad; que garantice nuestros derechos sociales, no las condiciones del mercado, y que nos permita superar el actual sistema patriarcal y neoliberal que ha precarizado la vida de las personas, especialmente de las mujeres.  Una Constitución escrita desde nuestros barrios, desde Lo Errazuriz, San Luis, El Descanso, que refleje las distintas voces y donde todos y todas seamos protagonistas. 

Necesitamos una nueva Constitución que redistribuya el poder consagrando la participación igualitaria de hombres y mujeres en todas las esferas de dirección y de toma de decisiones; que consagre el derecho a la corresponsabilidad en las labores de cuidado, a vivir una vida libre de violencia, a la salud física, mental y reproductiva, a una educación laica y no sexista, a la vivienda digna, al trabajo, la seguridad social y nuestros derechos sexuales y reproductivos, sin discriminaciones de género, clase, orientación sexual o raza.   

Urge elaborar una Constitución Ecológica que consagre la protección al medio ambiente y la armonía entre la naturaleza y la sociedad. Que reconozca el agua como un derecho humano básico. Que garantice una democracia descentralizada y participativa, en donde la ciudadanía ejerza funciones democráticas más directas y de control y que otorgue el reconocimiento constitucional de la libre determinación de los pueblos indígenas. 

Comenzamos hoy un largo camino por nuestra dignidad, donde espero representar sus voces en el proceso y en la Nueva Constitución. Sigamos haciendo historia. Somos fuerza y transformación. Escribamos juntos y juntas la nueva Constitución para Chile.

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