Teletonazo motiva a maipucinos y maipucinas a 11 días de Teletón

Bueno, este alcalde debe ser un acomplejado de su linaje pues el apellido es simplemente "Vitori", que es de ascendencia vasca y no "Vittori", como haciéndose pasar por italiano o algo por el estilo. En Ecuador hay miles de Vitori y ninguno se pone doble tés.

Por otro lado la Teletón es un asco en sí misma. La premisa es que ayuda a rehabilitarse, lo cual de partida imposible porque a nadie le crece la pierna o el brazo que falta con los aportes de dinero. El tongo está servido ya que en tal "proceso de rehabilitación" no pasa nada de nada, a excepción de la ilusión de la mejoría, entonces ciertas farmaceúticas y proveedores -que nadie sabe quiénes son, de dónde vienen- hacen el negociado ya que tienen clientela fija. No me extrañaría que tenga algo que ver con don Francisco o su hermano...

Luego está el show televisivo. ¿En qué lugar del mundo se tolera un show en todos los canales por 27 horas (antes eran 24)? Los efectos para el público es un embobamiento masivo. Suena a país bananero pero no, es Chile y su tercermundismo maloliente. Dentro del show está la sección de historias melodramáticas que acentúan el miedo entre los televidentes porque "esto le puede pasar a Ud". En efecto, muchos que defienden la Teletón no tienen otro argumento que el miedo porque "esto te puede pasar a ti". El melodrama tiene su punto más altos a la hora de entregar los cómputos y verificar que -cuento viejo- lo que se va dando es menor que lo de ediciones anteriores. Ahí aparece don Francisco con cara de perro en pena y dé su manoseada perorata. Curiosamente, si es que no se han dado cuenta, siempre los números van mal y hasta bien entrada la noche, es como si el sistema computacional en línea no funcionasen sino hasta el momento de la redención de cuentas, cuando la meta se cumple y con creces (lo cual es absurdo pues tendría que haber una avalancha de donaciones en un par de hora, sobre todo en la noche cuando la mayoría de los tontos están en estado vegetal viendo la TV). Obviamente don Francis tiene todo controlado y aquel rostro que no quiera participar será vedado. Fuentes, Crutton y un largo etc. están obligaddos por sus canales a cumplir con ese compromiso, mientras que muchos otros están de pintamonos que son (ahí la lista es más larga).

Finalmente, está la cuestión de la financiación. Es una buena pregunta del por qué el Estado no se hace parte de esta iniciativa. Si así lo hiciera, no habría show, llanto, melodramas, seudomilagros. Al lisiado se les respetaría y no sería objeto de lastimera ayuda. No habría dictadura mediática ni tampoco "celebridades" haciéndose los santos para robar pantalla, tal como la Bolocco que se cree virgen tan sólo por salir cuando se da el cómputo final. Hay un poder fáctico detrás de todo esto, si no, no me explico cómo no cortan esto de raíz... Aunque muchos monigotes presidenciales gustan de estar en la inaguración tal como en el Te deum, como si fuese obligación del Estado laico andar payaseando.