Mientras en Chile se vive con ilusión la espera del mundial de fútbol en el cual participará la selección nacional, las protestas en Brasil, contra este evento, continúan. Este jueves y viernes, por ejemplo, hubo distintas protestas encabezadas por grupos denominados los Black Block. Dentro de estos grupos hay distintos sectores sociales que protestan contra el gobierno brasileño que los ha desatendido y se ha enfocado en gastar millones construyendo estadios y preocupándose de lo que significará la puesta en escena del mundial de fútbol.
Y las protestas continuarán: este próximo 5 de junio el sindicato de trabajadores del metro de San Pablo convocó a un paro. Y el 12 de junio el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) quiere paralizar la ciudad de San Pablo en demanda de la construcción de mejores viviendas sociales. El dirigente de este movimiento, Guilherme Boulos, indicó:
O el dinero para construir casas aparece ahora, o el junio de la Copa se convertirá en un junio rojo. Si no aceptan nuestras reivindicaciones, la ciudad se paralizará el 12 de junio (Librered).
El martes pasado, se registró otra manifestación que tuvo como protagonistas a los indígenas brasileños. Ellos reclaman contra la demarcación de sus territorios que quieren hacer los parlamentarios. Uno de los organizadores de la protesta, Lindomar Terena, expresó:
Estamos aquí para repudiar esos cambios propuestos en el proceso de demarcación, que son antidemocráticos y agravarán la situación en las tierras indígenas (La Tercera).
Tan preocupante se ha vuelto la situación, que incluso los futbolistas, habituados a hacer comentarios simplistas, se han atrevido a opinar. Este fue el caso del jugador de la selección de España, Andrés Iniesta:
No soy quien para opinar sobre los otros, en especial sobre los problemas de Brasil. Sólo digo que es algo que me suena raro (El Mundo).
Como se ve, el despilfarro del Mundial de fútbol en Brasil, ha sido la oportunidad para que distintos grupos levanten su voz.