Con la presencia de autoridades locales encabezadas por el alcalde de la comuna Christian Vittori, concejales y autoridades educacionales y de instituciones de la comunidad, con un importante marco de estudiantes del Liceo Santiago Bueras, se inició oficialmente el año escolar en los establecimientos de educación municipal de la comuna de Maipú.
Muy cerca de la hora programada, surcaron el espacio del remozado liceo Santiago Bueras, las notas del himno patrio y del establecimiento educacional, interpretación acompañada por la orquesta estudiantil de la CODEDUC, dirigida por el profesor Henry Wilson, para luego destacar lo que sería el centro de la ceremonia personificada en el alcalde Vittori, al que la comunidad liceana rindió orgulloso homenaje, haciendo presente la recepción de un hijo pródigo que se educó en sus aulas y que transcurridos algunos años ahora le recibía como la primera autoridad de la comuna.
El propio Alcalde, visiblemente emocionado, agradeció las muestras de afecto en el recuerdo de su paso como alumno por este centro educativo, expresando con fuerza su compromiso con el histórico propósito de construir un sistema nacional de educación pública, gratuita y de calidad.
El alcalde Vittori, tuvo palabras de especial reconocimiento para las profesoras y profesores con los que se relacionó más directamente en su época como estudiante en el establecimiento
Como es casi una costumbre en los actos locales, el protocolo estuvo disparado para cualquier parte, especialmente en lo que se refiere al nombramiento de las autoridades según importancia y prelación, y con ciertos excesos y poca fineza al momento definir estrictamente a quienes destacar, tratándose de un acto oficial.
Había buenos y potentes equipos de audio y video, los que en breves pero largos momentos a veces al igual que los sistemas dejaron de funcionar.
Esta vez el peso de la historia, lo emotivo y significativo de la presencia de la primera autoridad comunal, en el Liceo que le vio crecer y formarse como persona, para alcanzar sus metas como profesional y dirigente, el cariño con el que le recibió la comunidad liceana, finalmente disimularon los badenes organizativos.